El Parque Arqueológico Nacional de Tierradentro, es una reserva arqueológica de Colombia que se encuentra ubicada en el departamento del Cauca, entre los municipios de Belalcázar e Inzá. Este escenario cultural es reconocido por albergar hipogeos o tumbas colectivas subterráneas que datan del siglo I después de Cristo.
Por esto, en 1995 fue declarado patrimonio de la humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), ya que representa un tesoro de cultura precolombina.
Existen más de 100 tumbas dentro del parque y se encuentran distribuidas en diferentes sectores como el Alto del Duende, que está 600 metros al nororiente de Segovia; el Alto de San Andrés, situado 1500 metros al norte de la sede administrativa, y el Alto del Aguacate y el Tablón, localizados a 750 metros al nororiente de la vereda de San Andrés de Pisimbalá.
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Un estudio realizado por Ana Isabel Giraldo Ocampo, ingeniera en materiales y procesos de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), logró determinar que las pinturas de los murales están hechas con materiales inorgánicos. Según lo explica la investigadora las pinturas rojas se hicieron con ocres (hematita), las negras con negro de humo, es decir compuesto de carbón vegetal, y las blancas con arcillas de tipo caolín.
Además, la investigación advierte que estos importantes tesoros arqueológicos estarían en riesgo de desaparecer, debido a las condiciones climáticas propias del departamento. Pues de acuerdo con el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM), en el Cauca las lluvias alcanzan volúmenes de más de 700.000 milímetros cúbicos al año, convirtiéndolo en uno de los territorios más lluviosos
En consecuencia, las filtraciones de agua terminarían borrando las pinturas grabadas, por esto la ingeniera Giraldo resalta que es importante tomar medidas de preservación que garanticen la protección de estas representaciones de cultura arqueológica que tiene el país, ya que estas son demasiado importantes para reescribir nuestra historia, entender las prácticas, rituales y formas de vida de nuestros antepasados.
“Las principales amenazas para las pinturas y las tumbas tienen que ver con el clima, pues esta es una zona en la que llueve durante casi todo el año. Estas condiciones no se pueden controlar pero sí es importante poner recursos y nuevas tecnologías para su conservación”, afirmó Giraldo.
Por: Ivania Alejandra Aroca Gaona – Periodista.
Editor: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.
