La laguna de Tota se encuentra entre los municipios de Aquitania, Cuítiva y Tota en el departamento de Boyacá. Según la Corporación Autónoma Regional de Boyacá (Corpoboyacá) abarca un área de aproximadamente 600.000 hectáreas y es considerado el cuerpo de agua dulce más grande de Colombia.
Además de abastecer a los municipios con los que colinda, esta afluente juega un papel importante para la conservación del ecosistema en el territorio, pues es fuente de vida para gran diversidad de especies de fauna y flora. Sin embargo, en los últimos años se ha reducido la claridad y el nivel del agua, alertando a las entidades ambientales y los habitantes de la región.
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Un informe realizado por Corpoboyacá, explicó que las principales causas por las que la fuente hídrica ha disminuido cerca de un 20% son “la contaminación del recurso hídrico con gallinaza u otros productos químicos, la disposición de aguas residuales por parte la población asentada en el área urbana del municipio de Aquitania, la deforestación, quemas indiscriminadas y expansión de cultivos”.
Ante esta situación, Colombia se unió al proyecto Adaptación a los Impactos del Cambio Climático en los Recursos Hídricos de los Andes (AICCA). Que inició en 2019 con el fin de implementar acciones de reconversión y conservación orientadas al uso sostenible de los bienes y servicios ambientales que ofrece la cuenca del Lago de Tota.
De acuerdo con el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Rural, las acciones del proyecto se han centrado en involucrar a los diferentes actores del territorio para desarrollar instrumentos de planificación territorial. “El objetivo es fomentar sistemas agrícolas resilientes y fortalecer organizativamente a la población” aseguró la entidad.
Así, un equipo de ingenieros ambientales, agropecuarios, antropólogos, biólogos y comunicadores, han trabajado de la mano con agricultores, grupos ambientales, comunidades y entidades de la zona para identificar las acciones necesarias que requiere la laguna para su protección.
Paola Suárez Orduz, integrante de MisQua, una organización dedicada al turismo sostenible, destaca la labor de la comunidad en este proyecto, pues fueron actores fundamentales para el proceso de caracterización de la zona. “Con ellos tomamos los mapas y empezamos a identificar cuáles eran las zonas que tenían mayor concentración de biodiversidad y nos dimos cuenta dónde debemos proteger, conservar, restaurar y cuidar”, precisó.
3 acciones claves para recuperar la laguna de Tota
Miguel Vera Lugo, líder técnico nacional de AICCA aclaró que son tres las acciones específicas que se adelantan en el territorio. La primera es la implementación de la reconversión tecnológica con 100 productores, con los que se pretende demostrar que se puede trabajar desde el cuidado por la fuente hídrica.
En segundo lugar, se adelantan proyectos de gestión y comunicación con los habitantes para mitigar la contaminación. Y también se desarrollan campañas de divulgación y socialización a nivel regional sobre los alcances del proyecto, y las acciones implementadas.
“El objetivo final es que las comunidades se empoderen del ecosistema para defender, proteger, descontaminar, recuperar y darle uso sostenible a los recursos naturales renovables de la cuenca”, enfatizó Vera Lugo.
Cabe destacar que, el proyecto ha recopilado toda la información de sus esfuerzos regionales en un solo lugar. Si usted desea conocer más detalles sobre los resultados, testimonios y noticias de la iniciativa, puede hacerlo en el siguiente enlace: Proyecto AICCA
Por: Ivania Alejandra Aroca Gaona – Periodista.
Editor: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.