El deporte es universal. No distingue raza ni cultura. Ya sea como actividad meramente lúdica o estrictamente profesional, el deporte nos acerca los unos a los otros incluso en aquellas disciplinas que se practican de forma individual. Es, de hecho, una de esas pocas cosas que nos diferencias claramente del resto de animales y que fortalece la identidad humana como seres pensantes e inevitablemente sociales.
Normalmente las apuestas deportivas se orientan hacia deportes comunes, populares y, en la mayoría de casos, globales. Y es que, a lo largo de la historia, bien por imposición colonial, por influencia mediática o por simple tendencia, algunos deportes han destacado hasta el punto de convertirse en hegemónicos, algunos a nivel general y otros en su propio nicho de mercado. Ya hablemos de deportes líderes como el fútbol o el baloncesto o de disciplinas con una audiencia más específica como la gimnasia rítmica, lo que está claro es que existe una larga lista actividades de práctica universal.
Todos esos deportes son fantásticos, por supuesto, y cada país ha conseguido hacerlos suyos de una manera u otra. No obstante, hay otras actividades deportivas quizás no tan conocidas fuera de su lugar de origen, pero que hacen únicos a los países que las practican. Echemos un vistazo a unos pocos de estos maravillosos deportes:
Tejo (Colombia)
Con el paso de los años el tejo se ha ido extendiendo por otros países americanos como Perú, Ecuador o Venezuela, no obstante, no cabe duda de que el origen de este deporte es puramente colombiano y se remonta a más de 500 años atrás. Lo practicaban los Muiscas que habitaban los actuales departamentos de Cundinamarca y Boyacá. Un verdadero vestigio vivo de los antiguos indígenas. No es de extrañar que fuera nombrado deporte nacional de Colombia a principios de milenio (o finales, según se mire).
Billar Romano (España)
Debido a la multiculturalidad histórica de la nación española, el país ibérico conserva una gran cantidad de deportes autóctonos de diversa índole; desde deportes de origen íbero hasta de origen árabe, pasando por algunos de origen celta. El billar romano, como su propio nombre indica, es de origen latino y es practicado mayormente en la provincia de Zamora. Aparentemente se asemeja a la petanca, salvo que el billar romano es muy anterior, pues era un juego utilizado por los soldados romanos en Hispania para ejercitar la concentración antes de sus combates. Al contrario que el Tejo en Colombia, el billar romano está en peligro de extinción, conservándose solamente una cancha en activo en la capital zamorana.
Fútbol Americano (Estados Unidos y Canadá)
Hay deportes autóctonos ampliamente practicados por su población nativa, pero desconocidos para el mundo como el tejo, otros desconocidos incluso para la población local como el billar romano y luego están los deportes como fútbol americano que, siendo una disciplina asociada a un par de países, han conseguido una gran notoriedad internacional. Con apenas un siglo de antigüedad bebe de las proto-reglas del rugby y del fútbol europeo hasta convertirse en su propia cosa. Un deporte que vuelve locos a los estadounidenses y que cada vez va ganando más presencia en el resto de mundo donde se han empezado a fundar numerosas federaciones ¿llegará alguna vez a extenderse tanto como los deportes que lo influenciaron?