Los investigadores de la Universidad Nacional de Colombia, Sede Palmira desarrollaron un proceso de mejoramiento de la planta que avanza con tres tipos distintos de ají, el habanero, tabasco, cayena y jalapeño. Se trata de 25 líneas de ají que resisten a la acción de Phytophthora capsici, Potyvirus y Fusarium oxysporum, enfermedades que causan la pérdida total de la planta, y por lo tanto, de su cosecha.
El profesor investigador Carlos German Muñoz Perea, comenta que el “Phytophthora capsici infecta las plantas por las raíces, las marchita y provoca la pudrición de sus frutos”.
El ají tiene diversos usos que se asocian a la gastronomía y a la industria farmacéutica. Se reconoce como un alimento que contribuye a mejorar el flujo sanguíneo, ayuda a quemar calorías, aporta vitaminas A, B1, B2, B6, y también azufre, calcio, hierro, magnesio, potasio, sodio y yodo. Además, se usa para crear colorantes naturales.
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Desde los años 80 investigadores y estudiantes recolectaron 700 materiales distintos en un recorrido por todo el país que luego pasaron a cruzamiento genético. Hoy este material ha compuesto las 25 líneas que irán siendo depuradas para obtener las de mejor calidad y resistencia. Cabe resaltar que estas ya han pasado la prueba ante las fuertes lluvias en el Valle del Cauca, pues ante la humedad no cuentan con alguna enfermedad.
“Muchas características de resistencia halladas en los genotipos eran de cultivares silvestres (no cultivados a gran escala por el ser humano) sin condiciones de rendimiento que permitieran una proyección comercial. Por eso tuvimos que trabajar en los cruces con materiales utilizados comercialmente y en la selección de plantas destacadas para traspasar la resistencia”, explica el docente a la Agencia de Noticias UN.
Las líneas fueron presentadas ante productores y exportadores para calificar los resultados obtenidos. En esta presentación hizo presencia el director agrícola de Colombina, José tafur, quien junto a Comexa exportan 1.500 toneladas anuales de ají de las cuales se obtiene 25.000 millones de pesos. Tafur expresó que la investigación debe continuar con el perfeccionamiento de las líneas y seguir garantizando una producción de calidad, sin miedo a perder la cosecha por patógenos.
Por otro lado, los productores de este alimento determinaron que algunas de las líneas plantadas daban oportunidad a los agricultores que se encuentran en tierra caliente de cultivarlas debido a su vitalidad y resistencia a altas temperaturas. Ahora los investigadores esperan implementar la producción en el departamento de Valle del Cauca, pues consideran que las tierras son perfectas para la producción de alimentos y el clima contribuye a buenas cosechas.
Por: Daimer Fernando Losada Bermeo. Periodista.
Editor: Lina María Serna. Periodista – Editora.
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