Las necesidades del campo son varias, las deudas con sus habitantes pasan de generación en generación, y al día de hoy, los jóvenes prefieren migrar a las ciudades a buscar un futuro para ellos y sus familias, pues, como es bien sabido, en el campo las oportunidades son más escasas y las cifras lo demuestran, el 16,6% de los jóvenes entre 18 y 28 años se encuentran en situación de desempleo según el último Censo Nacional Agropecuario.
Sin embargo, frente a este panorama no muy amable, existen personas que insisten en continuar, en buscar alternativas de cambio que resulten ser esa pieza que le faltaba al rompecabezas, la pieza del arraigo.
De esta situación son testigos Héctor José, Lucero, Aura María y Michael, cuatro habitantes de Garagoa, Boyacá, que desde hace dos años empezaron un proceso comunitario de trabajo en equipo por su comunidad.
Para ellos, el periodismo rural ha sido la herramienta para dar a conocer su municipio y su realidad, entonces, se sientan frente al computador, y otros frente a una hoja de papel con lapicero en mano, para empezar a escribir. No hay pautas, ni reglas, sólo las ganas de querer contar lo que ellos mismos decidan.
La Red de Reporteros Rurales de Acción Cultural Popular – ACPO, fue el programa que les abrió las puertas a ellos, y a otros 30 campesinos y habitantes rurales de Garagoa, Maripí, en Boyacá, y Une en Cundinamarca, para que pudieran formarse en el curso de Comunicación y Periodismo Rural de Escuelas Digitales Campesinas, y así los artículos que realizarán fueran publicados en nuestro portal elcampesino.co.
El sueño de llegar más lejos no murió allí, pues el año pasado el Banco de Iniciativas para la Democracia Participativa (BIP) del Ministerio del Interior, premió esta iniciativa por su potencial de participación ciudadana, sobre todo en la Colombia rural; entonces, gracias a este premio, ACPO amplió la red a dos municipios más, Silvania y Ubaté.
Las TIC como herramientas como herramientas de liderazgo campesino
El BIP y ACPO unieron fuerzas en pro de la ruralidad colombiana, y sí, se pusieron la camiseta. Reunieron a 62 personas en ambos municipios para que participaran gratuitamente del taller y potenciaran sus habilidades sobre las TIC. Ahora ellos serían los auténticos protagonistas y líderes de su territorio.
Claro, es que quizá no es tan obvio, pero desde el ejercicio periodístico de apropiarse de la información, de lo que sucede en el municipio, para luego contarlo a través de los medios, es todo un ejercicio de liderazgo campesino, de empoderamiento comunitario, de participación ciudadana.
Así que niños, jóvenes, adultos y adultos mayores, tuvieron que trabajar juntos, no por obligación, sino por pasión; pues qué mejor forma de narrar mi realidad que hacerlo en equipo, con quienes me rodean y pueden aportar a mi trabajo de escritura.
Entre hojas, lápices, marcadores, pinturas y pinceles, los que pronto serían nuevos reporteros, disfrutaron de un trabajo serio pero ameno, que les permitió compartir experiencias y enaltecer a sus respectivos municipios desde la realización de un artículo periodístico.
“Nosotros como jóvenes podemos ser portavoces de la comunidad campesina”, Michael Mora, reportero rural de Garagoa.
El ejercicio resultó mejor de lo que esperábamos, ellos mismos encontraron en el periodismo una herramienta de reflexión; así que sobre la mesa quedaron temas como la educación rural, la migración de jóvenes campesinos a las ciudades y el mismo desempleo, el que dio apertura a este artículo.
Ubicados en mesa redonda a manera de “poner en común”, los participantes comentaron lo que para ellos fue la oportunidad de conocer, aprender, y profundizar, en un tema que quizá no era tan cercano, pero que ahora es su propia herramienta de liderazgo comunitario, y por supuesto, de narrarse a ellos mismos, como Nicolás, un niño de 10 años que quiere compartir cuentos infantiles con otros niños como él.
Ahora Jackeline, Emilce, y Flor Alba, profesoras rurales de Silvania, serán tres multiplicadoras de este taller en sus respectivos colegios con sus estudiantes, con quienes compartirán lo aprendido para que cada vez sean más quienes quieran contarle al mundo cómo es el lugar donde viven.
¡La unión hace la fuerza!
De los 62 participantes a los talleres, resultaron 30 nuevos reporteros que hoy ya son parte de la gran Red de Reporteros Rurales de ACPO, de la que hacen parte seis (6) departamentos y trece (13) municipios.
Y aunque parezca que el trabajo terminó ahí, no es así, pues el camino hasta ahora comienza.
“Para hablar del campo, de sus bienes y sus males,
El Campesino organiza, los reporteros rurales”.
Andrés Becerra, coplero campesino y participante del taller.
¡Qué vivan los reporteros rurales!
Por: Lina María Serna. Periodista – Editora.