La Facultad de Medicina Veterinaria y de Zootecnia de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) ha desarrollado un método que permite acelerar el proceso de producción de comunidades bacterianas en el sistema biofloc, junto con adecuada disposición de nutrientes esenciales como carbono y nitrógeno, en proporción 20 a 1, a partir de fuentes de alta pureza como melaza y fibra.
Debido a que estos agregados se producen a partir de las heces de los peces y un complemento de melaza, la concentración de proteína que se produce se encuentra en un rango entre 25 y 35 %, por lo que es un complemento alimenticio que suple parte de los requerimientos nutricionales de los animales.
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“Después de 21-23 días se obtiene una concentración suficiente de bacterias en el caldo de cultivo”, explica el profesor Luis Gabriel Quintero, decano de la Facultad, quien considera que una de las ventajas del procedimiento es que también se puede adelantar con aguas utilizadas en cualquier sistema productivo.
Las bacterias heterotróficas permiten descontaminar el agua, debido a que consumen el nitrógeno excretado por los peces y usa el carbono como fuente de energía, explica el docente, quien destaca que algunos peces pueden consumir estos agregados bacterianos e integrarlos a su dieta.
Proceso sencillo y eficaz
Una vez generado el caldo de cultivo se introduce en los acuarios, siempre y cuando se garantice su aireación, ya que este tipo de bacterias exigen bastante oxígeno, además de facilitar que los residuos estén suspendidos para que se puedan consumir con facilidad.
Aunque las bacterias se pueden adherir a cualquier sustrato que se encuentre dentro del sistema productivo, también es posible optimizar el proceso suministrado en superficies adicionales de fijación como pedazos de PVC, manguera y tapas de gaseosa, de tal manera que se produzca una película de bacterias para incrementar la transformación de materia orgánica.
Como la producción de biofloc continúa, se podrían implementar estrategias de decantación para evitar un incremento desproporcionado de sólidos que afecten la salud de los peces. En la medida en que el biofloc suple buena parte de los requerimientos nutricionales de los peces, su uso contribuiría a desarrollar una alimentación más balanceada a partir de dos estrategias: disminuir la cantidad de alimento o variar su composición.
“Aunque la cachama puede requerir hasta un 34 % de proteína, con el sistema de biofloc esa proporción puede disminuir hasta en un 24 %”, destaca el docente.
Policultivos productivos
En la medida en que las bacterias actúan como un biofiltro dentro del propio sistema productivo, la asociación de dos o más especies de peces como cachama, bocachico y tilapia en distintas proporciones, también se combinan diferentes hábitos alimenticios, con el fin de incrementar la productividad en el mismo espacio.
Ejemplo de ello es el bocachico, que usualmente se alimenta de materia orgánica en descomposición y de los detritos que se acumulan en las paredes de los estanques.
“Los chinos tienen una gran tradición en el desarrollo de esta técnica, y gracias a policultivos en los que asocian hasta cinco especies distintas de peces en un mismo sistema, producen más de la mitad de los alimentos de origen acuícola en el mundo”, destaca el profesor Quintero, quien llama la atención sobre el hecho de que la U.N. incursiona en los primeros ensayos para combinar la técnica del policultivo con la del biofloc.
A partir de la priorización de cachama, bocachico y tilapia en atención a factores como la facilidad de producción y demanda, el proyecto que se adelanta en la U.N. busca optimizar la producción y fortalecer y fomentar los modos de producción controlada en el país.