La amapola ha sido estigmatizada por tener características muy similares a la “adormidera” una planta de la cual se obtienen los compuestos para la heroína y el opio; aunque pertenecen a la misma familia, muchos han dejado de plantarla por creer que es hierba mala, como su especie hermana.
La amapola es uno de los mejores ejemplares ornamentales que existe, ya que por sus características sobrevive en cualquier lugar, no necesita de un riego constante, con una plantación es suficiente para su reproducción continua, aparece en varios colores como rojo, naranja, blanco, amarillo, violeta y lo más importante no crece más de 120 cm.
Esta planta está formada por un tallo largo y recto, por allí crecen sus hojas dentadas, y en lo más alto nace la flor, que está conformado por 5 o 6 pétalos que ha medida que se desarrolla se van expandiendo hasta mostrar su interior el cual está lleno de semillas que al llegar el invierno son esparcidas y en primavera sus brotes se reflejarán.
En realidad la amapola florece en cualquier parte del mundo, y sus usos son variados, las semillas son utilizadas en platos gastronómicos para darle un toque especial, los brillantes colores de sus flores son convertidos en tintes y la planta tiene diversos fines medicinales.
Aunque se debe tener en cuenta que el consumo de esta planta, dependiendo qué variedad se siembra, puede llegar a ser tóxica para los humanos o animales. Por ello antes de disfrutar del colorido de esta maravillosa flor, debemos recibir información confiable sobre el tipo de amapola que vamos a tener en casa.
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Fuente: Dondevive.org
Autor: Eduar Fabian Tellez, Estudiante de Comunicación Social.
Editor: Katherine Vargas Gaitán, Periodista Editora. @KatheVargasg
