Luego de dos años de trabajo de campo, la investigadora Marcela Serna, estudiante del Doctorado en Ecología de la Universidad Nacional de Colombia, encontró 13 árboles de laurel arenillo y 11 de molinillo, todos estos en pequeños relictos de bosques entre pastizales y cultivos, a través de los cuales dictaminó que las magnolias se encuentran en peligro de extinción.
“La escasez de árboles en bosques fragmentados y alejados entre sí implica dificultades de reproducción, razón por la cual no se encuentran juveniles que garanticen el reemplazo de los ejemplares adultos” afirmo Serna, lo que permite concluir que las magnolias tienen una comercialización muy exclusiva en el país y tienen problemas de reproducción.
Es importante resaltar que las flores de magnolia son bisexuales y pueden hacer un proceso de autopolinización, sin embargo, es una producción de semillas no viable. Así mismo se identifican por tener un componente conocido como dicogamia, a través del cual se busca garantizar la polinización e instaurar algunos recorridos.
Durante el estudio no se adquirieron semillas de laurel arenillo, solo se hicieron experimentos de crecimiento con semillas de molinillo con dos tratamientos: uno en la luz y otro en la oscuridad y otros tres con sustrato, como la tierra, arena y tierra con arena.
En el caso del laurel arenillo se encontró que este requiere de bosques más conservados y se asocia con una altitud mayor que el molinillo. Este último, por su parte, está asociado con otras especies de áreas abiertas, por lo que probablemente son más tolerantes a la perturbación.
En la primera prueba, de 200 semillas solo germinó el 3 %, mientra que en el segundo, de 120 semillas germinó el 35 %. De acuerdo con estos experimentos que se llevaron a cabo en Medellín y no en Urabá, se aconseja que las semillas de esta especie se deben acumular cuidadosamente para lograr una mayor germinación.
Autor: Stefania Forero , Estudiante de Comunicación Social. @Samistefa
Editor: Katherine Vargas Gaitán, Periodista Editora. @KatheVargasg