Por: Miguel Ángel Arango – Facilitador Escuelas Digitales Campesinas Chocó
En el primer artículo referente a la historia de la cual hoy hablaremos, descubrimos a Jerónimo, un niño que vive en Nuquí con su estilo bien particular, en aquel escrito contamos el encargo que la naturaleza le hizo a él, con la ayuda y guía de sus padres, Ángela y Jorge.
Es un placer natural para el periódico El Campesino seguir las dos etapas de esta historia, la primera, cuando esa gran tortuga dejos sus huevos y ahora el nacimiento de 115 tortugas que llegaron al mundo el pasado domingo, y a las cuales el mismo Jerónimo ayudó a entrar al mar librándolas de sus primeros depredadores, las aves, los cangrejos y los perros de la zona, así nuevamente le preguntamos a su madre ¿cómo fue la experiencia?
“En la mañana, el sentir de la vida fue diferente, ver como la naturaleza esta en su conexión entre sí, muy temprano los monos aulladores empezaron su fiesta a eso de las 5 AM, era el aviso que ya nuestro compromiso debíamos terminarlo, poco a poco comenzamos a cavar, porque las mareas de estos 2 meses habían tapado más de la cuenta, ellas ya estaban fuera del huevo, comenzamos a sacar de a una, era una felicidad completa, encontrar en tan pequeños animales tanta grandeza.
Ellas nacen sabias, buscaron su sonido y olieron lo que dejaron sus ancestros, el acompañamiento fue hasta el final, sólo había silencio porque era un momento que había que gozar, a diferencia de un niño que la vida lo escogió para vivir diferente como la sabia naturaleza el gritaba, saltaba, de la felicidad al final del camino entrando al gran océano Pacifico, las despedía y mandaba besos fue una experiencia increíble e inolvidable, seguro algún día volverán a visitar esta familia”.
“Queremos que las gentes del mundo entiendan la grandeza de los océanos, para que los cuiden y no arrojen basuras, químicos, petróleo y en general todo lo que pueda afectar a estos hermosos animales y al ecosistema marino en general” Yuneifer Rios Arango estudiante EDC Nuquí Chocó