Una buena parte de la población Boyacense sufre de enfermedades como anemia, raquitismo, osteoporosis y retraso del crecimiento de los niños que son causadas, entre otras cosas, por la inseguridad alimentaria que se presenta en la región debido a la deficiencia de la calidad y cantidad de hierro y calcio en la dieta de la población, afectanto en mayor porcentaje a lactantes, infantes, jóvenes, mujeres embarazadas o en edad reproductiva.
Lyna Marcela Olarte Arias, Magíster de la Universidad Nacional de Colombia, publicó el artículo científico titulado “Acceso a la tierra, soberanía y seguridad alimentaria y nutricional en la población campesina de la vereda El Escobal, municipio de Ramiriquí, Boyacá» basado en una investigación cualitativa, en la cual entrevistó a profundidad a 15 campesinos, con el fin de conocer sus hábitos alimentarios y las causas de la inseguridad alimentaria.
Para la investigadora, la población campesina de este municipio presenta serias deficiencias en hierro y calcio, por un excesivo consumo de arroz, papa y granos y muy pocas frutas, verduras, carne y leche. Pues desde hace 30 años la población se concentró en el sector industrial y la producción masiva de alimentos, dejando atrás los cultivos tradicionales.
“Los campesinos ya no producen su alimento. Tienen que ir hasta el casco urbano del municipio a comprar los productos de la canasta familiar, por lo tanto es necesario fortalecer las organizaciones productivas que incluyan a toda la comunidad y se enfoquen en potenciar la seguridad y la soberanía alimentaria. La distribución del territorio debe favorecer a los campesinos, además de preservar los ecosistemas”, aseguró la magíster.
Para Olarte una posible causa de la situación es que en la vereda predomina el latifundio, y a la vez se divide en minifundios que los campesinos alquilan.“Los costos del arriendo han aumentado y los campesinos no tienen las garantías económicas ni los insumos tecnológicos necesarios para potenciar la producción”, explicó.
Es importante resaltar que según datos del Dane,el campo es cada vez menos atractivo para los jóvenes, lo cual también se convertiría en otra de las razones para que la producción agrícola no sea suficiente para que las personas lleven una dieta balanceada y nutritiva. La población de Ramiriquí en el año 2000 era de 14.796 personas, de las cuales 10.417 se encontraban en la zona rural; el censo de 2011 señala que de los 10.337 habitantes solo 5.386 viven en el campo.