Muchas de las carreteras terciarias del departamento de Boyacá, siguen viéndose afectadas por las inclemencias del clima y el invierno. Los campesinos se ven perjudicados, ya que es muy difícil transportar los productos, sin carreteras en un buen funcionamiento.
Por: Yeison Fernando Quiñonez, Facilitador de Escuelas Digitales Campesinas
Para la mayoría de los campesinos del departamento de Boyacá, sacar los productos de sus fincas para venderlos, es todo un desafío. Esto debido a las inclemencias del clima y el mal estado de las carreteras. El invierno hace presencia en esta temporada con mucha lluvia, provocando derrumbes y mal estado en las vías terciarias de los municipios.
Los campesinos se ven muy afectados porque no han podido transportar sus alimentos al casco urbano. Los medios de transporte destinados para esto, como camionetas o camiones de carga, no se desplazan a los diferentes sitios para cargar los productos.
Levantarse a las cuatro de la mañana y hacer un tinto para combatir el frío. Luego, preparar un delicioso desayuno para ir a trabajar y salir a las seis de la mañana. Recoger los potes o canastas listos para recibir los productos. Empacarlos y venderlos. Es la rutina habitual de nuestros campesinos boyacenses. Sin embargo, en esta temporada estas dinámicas habituales se suspenden, porque no hay forma de sacar los productos de la finca.
Las altas lluvias reducen la demanda de los productos. La carreteras se vuelven imposibles de transitar debido a árboles caídos, algunos obstáculos y caminos muy lisos. Es por esto que el campesino boyacense debe hacer un alto obligado en sus labores, para cuidar su salud.
Ser campesino es sortear desafíos diarios. Es ser berraco para superar las problemáticas que se presentan en el campo de nuestro país. Es buscar un sustento económico en las peores condiciones climáticas. Es luchar contra la lluvia y el clima, todos los días, para tener papita para comer.
*Este contenido es producido por miembros de Escuelas Digitales Campesinas