La Romana (del latín statera romāna) es un instrumento que sirve para pesar, compuesto de una palanca de brazos muy desiguales, con el fiel sobre el punto de apoyo.
Lo que se vaya a pesar (papa, maíz, carne, etc.), se coloca en el extremo del brazo menor, y se equilibra con un pilón o peso constante que se hace correr sobre el brazo mayor, donde se halla retrasada la escala de los perros.
Su principio de funcionamiento está basado en las propiedades de las palancas y para equilibrarla hay que mover el pilón a lo largo de la regla graduada. Cuando la Romana está equilibrada, la barra graduada está totalmente horizontal y el punto de la regla en que está situado el pilón permite leer el peso de la mercancía.
Las Romanas se usaron desde tiempos muy remotos. Se sugiere por su nombre y utilización, que correspondió a la época de la Roma Antigua. Con el paso de los años y el avance de la tecnología, las Romanas van quedando obsoletas y se están reemplazando por balanzas electrónicas que tienen mayor precisión.
Aun así, muchos campesinos conservan sus tradiciones y prefieren utilizar la Romana como un instrumento manual, y más fácil de utilizar, según ellos.
Sin embargo, fue un instrumento único y de gran utilidad para comercializar los productos del campo. Además, antiguamente no era necesaria tanta precisión, había abundancia de alimentos en las regiones y sobraba para regalarle unas libras de más a sus compradores.
La historia de Don José, un campesino agricultor usuario de la Romana
Para ilustrar este reportaje, encontré la versión de Don José, un campesino agricultor de la vereda El Tablón, municipio de Une- Cundinamarca, a 20 minutos del casco Urbano.
Don José es un cultivador innato de la tierra, quien muy amablemente nos dedicó un momentico de su labor en el “Barbecho” – que es un lugar donde acaban de sacar la papa – para contarnos cómo utilizan ellos la Romana para pesar sus productos agrícolas:
Don José, ¿cómo se utiliza la Romana?
Él nos explica que se comienza por el lado menor. Son seis libras, luego sigue dos líneas una libra hasta llegar a una arroba y de la arroba siguen las otras líneas hasta llegar a dos arrobas y 5 libras por el lado menor. Por el lado mayor, entra pesando por dos arrobas y cada línea es una libra. O sea que aquí hay dos, tres, cuatro y cinco hasta llegar a siete arrobas y cinco libras. Nos cuenta que ahora se acostumbra es de cuatro arrobas. “Entonces ahí está, cuatro arrobas vienen a dar por el lado mayor y por el lado menor alcanza hasta dos arrobas y cinco libras también”.
Don José ¿y a quién le aprendió usted ese oficio de pesar con la Romana?
“Esto le aprendimos a los abuelos de antes. Antiguamente usaban la Romana para todo, de ellos aprendimos, de esa época la venimos usando”.
Es bien sabido que ahora se utilizan unas básculas, creo que son digitales, ¿pero en muchas partes del campo tienen este sistema de la Romana que es para pesar y viene de los antiguos para poder sacar sus cosechas al pueblo?
“Esto exactamente. Al pesar en una báscula digital y pesar en la Romana, es muy poca la diferencia que hay, casi exacta, si señora”.
¿Don José quiere darle algún mensaje a los campesinos?
“Pues si Señora, que siempre no perdamos la idea de trabajar en el campo, de cultivar y seguir utilizando los medios que hay antiguamente también.”
Gracias a sus comentarios de Don José, a sus valiosos conocimientos y al contenido que muestran sus fotografías, podemos ver un trabajo más que deben hacer los campesinos antes de entregar los productos al consumidor, utilizando elementos tan antiguos y rústicos como la Romana, que muchos de nosotros desconocíamos antes de leer este artículo.
Además, para poder usar la Romana es necesario de dos personas con fortaleza para levantar el bulto puesta en un palo, mientras se hace el pesaje. Así deben pesar toda la cosecha que se saque y cuando dio una buena cosecha… ya ustedes podrán imaginarse lo duro de este trabajo…
Escuche la entrevista completa aquí:
Por: Mery Adelaida Dimaté Ardila, reportera Rural del Municipio de Une, Cundinamarca.
Editor: Ana María Rizo Díaz. Periodista – Editora.
Es una gran labor que se hace en rescatar estas tradiciones de nuestros padres que lamentablemente se están perdiendo y que podemos mostrar al mundo.