En la región desde 2010 se trabaja en la recuperación de cultivos de alimentos tradicionales desde el restablecimiento de la cobertura arbórea en las áreas degradadas, esto debido a que los cultivos de uso ilícito han causado fuertes impactos al medio ambiente siendo la deforestación masiva de los bosques el problema principal.
En las zonas de este municipio con un población mayoritariamente afrodescendiente, han sido víctimas del conflicto armado y el narcotráfico, y hoy por hoy las comunidades le apuestan fuertemente al medio ambiente desde la reforestación con cultivos de cacao, coco y plátano para fortalecer la economía del lugar y la recuperación de ecosistemas.
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En los Consejos Comunitarios de Alto Mira y Frontera en límites con Ecuador se destacan los cultivos de cacao; por otro lado, en el Consejo Comunitario de Bajo Mira y Frontera se adelanta un proyecto que ayuda a disminuir las emisiones de carbono y se contribuye a las zonas protegidas de manglares.
Los proyectos productivos de cacao y coco han reemplazado más de 2000 hectáreas de cultivos ilícitos en el puerto del Pacifico colombiano, es así como los nuevos cultivos de alimentos ayudan a fertilizar los suelos, el nacimiento de flora y a hogares de distintas especies; también, se involucra el nuevo vínculo de estas áreas.
Cacao, plátano y otras frutas para salvar el territorio
Actualmente estos tres cultivos ocupan poco más de 1000 hectáreas en el Consejo Comunitario de Alto Mira y Frontera. Las 538 hectáreas de cacao generan el sustento de 612 familias un número bastante significativo desde una producción promedio anual de 600 kilogramos por hectárea.
Luego se vende principalmente a distribuidores de la empresa Chocolate Tumaco, también tienen entre sus clientes a la empresa Casa Luker y a la Compañía Nacional de Chocolates que demandan cacao premium.
La siembra tradicional ha logrado que la fauna retorne; pues poco a poco se han visto especies como venados, la tuatara y el conejo, los cuales hace unos años no se veían. El cacao ha permitido la permanencia de un corredor biológico en un área deforestada tanto por la siembra de cultivos de uso ilícito como por los cultivos extensivos de palma de aceite.
Además del cacao, en el Alto Mira y Frontera se cultivan 360 hectáreas de plátano y 110 de frutales que ayudan económicamente a más de 300 familias. Entre las frutas están los cítricos como el limón, la guayaba y el zapote.
También se prevé un proyecto de reforestación de 218 hectáreas de maderables como el tangare y el cedro en compensación de la construcción de la vía binacional que conectará los puertos de Tumaco y Esmeraldas en Ecuador.
Una de las mayores preocupaciones de la comunidad es la posible reintroducción del glifosato para atacar los cultivos ilícitos que aún persisten, pues podría afectar lo ganado en términos de reforestación y aprovechamiento sostenible afectando de manera directa a las comunidades tumaqueñas.
Por: Claudia Patricia Barón. Periodista.
Editor: Lina María Serna. Periodista – Editora.