“La dudosa procedencia se olvida cuando se ve el precio frente a la situación de pobreza y desempleo”, así lo explica un joven venezolano que se dedica al pitufeo.
En Cúcuta, la carne cruda pasa de mano en mano, todos los cortes, paleta, costilla, solomo, molida, incluso carne de lagarto; es tanto el tráfico ilegal de carne proveniente de Venezuela, que los distribuidores están logrando llegar al interior del país para venderla y al mejor precio.
En lo que llevamos de año, la Policía Nacional decomisó en Cúcuta 218 reses y 65.463 kilos de carne, en Bucaramanga 45 reses y 50 kilos de carne, en Bogotá 49 reses y 290 kilos de carne, sumando las cifras en otras ciudades como Arauca, Riohacha y Valledupar.
Las autoridades denominaron este contrabando como “pitufeo”, para contar la escena que todos los días se vive en el puente internacional, en esta realidad cruzan personas con bolsas negras con uno o dos kilos de carne, donde no se alcanza a ver la magnitud del delito.
El Instituto Colombiano Agropecuario ICA, controla los filtros en el puente internacional, allí hay un tapete empapado con solución desinfectante (amonio cuaternario) usado para disminuir el riesgo de que ingrese algún virus.
Otra medida de control se hace a través de una báscula, una caneca y una nevera, herramientas que permiten a los funcionarios del ICA juntar toda la carne que van incautando. Así mismo se cuenta con ambientadores en aerosol para disipar la pestilencia.
“El área metropolitana de Bucaramanga, que es un poco más grande –1.300.000 habitantes– consume 550 animales diarios. En Cúcuta por el alto desempleo y otras crisis digamos que se consuman 300 animales, o sea que el contrabando aporta al día 250 reses. Y no es verdad que la carne venida del interior esté llenando ese hueco porque vale 25.000 pesos el kilo, y el cucuteño promedio no tiene ese alcance”, afirmó Andrés Hoyos, directivo del Comité de Ganaderos de Norte de Santander.
Autor: Stefania Forero , Estudiante de Comunicación Social. @Samistefa
Editor: Katherine Vargas Gaitán, Periodista Editora. @KatheVargasg
