El tejo es un deportes autóctono de Colombia. Se trata de un aliado para los campesinos especialmente en celebraciones o simplemente para pasar tiempos agradables al lado de familiares y amigos.
Sin embargo, el tejo, o Turmequé va mucho allá, representa uno de los juegos más antiguos del país. Hace siglos, lo jugaban los Muiscas, y era uno de las actividades más tradicionales de la época. Hoy lo sigue siendo.
Su otro nombre, el original, se explica debido a que fue un juego que nace en el municipio de Turmequé, departamento de Boyacá. Para ese tiempo, el tejo se jugaba con un disco de oro llamado “Zepguagoscua”, que fue obtenido mediante el trueque con otros grupos de indígenas.
Hoy día, el tejo sigue ocupando un lugar privilegiado en el general de la sociedad colombiana, de hecho, hasta en las ciudades existen canchas para jugar tejo. Incluso hasta oración le tienen.
«Gracias Señor porque me has dotado de potencialidades deportivas y he logrado desarrollarlas en sana competencia. Gracias por permitirme practicar este deporte autóctono y conocer tantos amigos, lo cual estimula la sana convivencia», rezan los jugadores más tradicionales y expertos en la material. Todo un cúmulo de ancestralidades y tradiciones se tejen al rededor del tejo.
Un proyecto de ley para rescatar el tejo
Dando cuenta que el tejo es algo mucho más que juego, Miguel Gómez, abogado y líder social de Turmequé ha venido impulsando un proyecto de ley desde hace 2 años con el objetivo de rescatar el tejo como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación.
“Para que no digan después otros países que practican también este deporte que fueron ellos quienes lo crearon y no nosotros”, asegura Gómez. (Le puede interesar también: El tejo, más que un juego)
Con esta ley se quiere entre otras cosas, garantizar la protección, rescate, promoción y difusión de la manifestación cultural y deportiva del Juego al Turmequé; promocionarlo y promover la investigación, historia, y el rescate y difusión de las tradiciones del Juego.
A su vez, busca dotar de un escenario con infraestructura y espacios adecuados, para realizar eventos u olimpiadas nacionales e internacionales; apoyar el Festival Nacional del Tejo que se realiza en el municipio de Turmequé; y finalmente tiene como objetivo apoyar el Reinado Nacional de dicho juego en el municipio de Boyacá.
Campesinos apoyan la iniciativa
Hoy, aunque no se usa un disco de oro sino uno metálico, las comunidades campesinas, y casi el general de las y los colombianos, tienen claro que el tejo hace parte de la cultura de todo un país.
Muchos han soñado con el día en que en los Juegos Olímpicos haya un torneo de tejo. No obstante, aunque actualmente el proyecto está en «veremos», Miguel González sigue moviéndose en el Congreso buscando el apoyo de los senadores y representantes. Mientras tanto, en toda Colombia se llevan a cabo un sin número de torneos, fiestas patronales y reinados en honor al tejo.
“Los campesinos me dicen que me apoyan con la gestión del proyecto, y para el día en que sea declarado como patrimonio de la nación, llevaremos una comitiva o un grupo de campesinos con su traje típico al Congreso de la República”, cuenta Gómez.
Por: Angelline Molina. Estudiante de Comunicación Social.
Editor: Mónica Lozano – Periodista y Editora