Un proyecto que busca visibilizar los sonidos tradicionales del país. Diferentes regiones hacen parte del levantamiento de datos para una investigación.
Por Daiana González
“Los ritmos en el campo son completamente distintos que en la ciudad, las poblaciones campesinas mantienen esa dinámica de relación con su comunidad cuando componen”, esto opina Lucía Ibáñez, licenciada en ciencias sociales y una de las creadoras del proyecto Sonidos Enraizados, un proyecto que pretende hacer una cartografía sonora de la música tradicional colombiana.
“Realizamos proyectos de investigación y registro de músicas raizales, indígenas y campesinas. El sector de la música con el que hemos trabajado es un sector mayormente rural o de pequeñas poblaciones. Lo que nos han preocupado son las comunidades que están conscientes del cambio de sus tradiciones”, agrega Ibáñez, quien junto con Julián Sarmiento, un músico bogotano, crearon el proyecto.
Sonidos Enraizados ha trabajado en la región de Urabá, Islas del Rosario, los Llanos Orientales y el Pacifico Sur y Norte, investigando y registrando los sonidos tradicionales de cada territorio, junto con la historia de cada intérprete. La música como un canal de las prácticas culturales de las comunidades.
Para el proyecto Sonidos Enraizados lo más importante es cambiar el paradigma de trabajo con las comunidades. “Nosotros no nos clasificaríamos como gente que recupera o rescata, sino como un colectivo de trabajo que busca el valor de nuestro patrimonio cultural inmaterial y quiere visibilizarlo”, afirma Ibáñez
“Esto nos puede dar muchas luces sobre cómo organizarnos en esta sociedad posmoderna en la que vivimos”, concluye.