Semana Santa en el año de la Misericordia, tiempo de recogimiento, reflexión y descanso.
Por: Luis Alexander Zambrano Ardila
Facilitador de las EDC de Valle del Cauca
La Semana Santa es una de las fechas más importantes para los católicos ya que se conmemora y actualiza la pasión, muerte y resurrección de Cristo, al momento de sacrificar su vida por la salvación de los hombres. Adicionalmente en este año litúrgico, que el Papa ha instituido como Año de la Misericordia, se ha invitado a practicar las obras de misericordia, ayudando a los demás, iniciando desde las cosas más sencillas como sonreírle al otro.
Aparte de la Iglesia Católica, todas las demás iglesias, religiones o incluso movimientos no creyentes aprovechan esta fecha para hacer un pare en el camino, reflexionar o simplemente para descansar. Esto se da porque hay un receso en la mayoría de actividades de la vida cotidiana. A nivel académico las escuelas, colegios y universidades no dan clases ni realizan actividades académicas en esta Semana Santa.
En el aspecto laboral, por razones de productividad y costos durante la Semana Santa las empresas sólo otorgan como día libre a sus empleados desde el miércoles en la tarde hasta el domingo. Sin embargo, en Colombia, mediante la Ley 51 de 1983, más conocida como la Ley Emiliani, muchos festivos se trasladan al lunes siguiente. Este año coincidió que la fiesta de San José, el 19 de marzo, y el festivo se pasó para el Lunes Santo. Por ello muchas empresas compensarán con tiempo extra esos dos días laborales para otorgar toda la Semana Santa.
En otras esferas, como el sector público y de servicios, aunque no se interrumpen totalmente las funciones o actividades, bajan considerablemente. Esto permite un desacelere de la vida cotidiana.
Ante este panorama, en esta Semana Santa la mayoría de las personas de las ciudades va a tener mucho tiempo libre y una gran porción se desplazará hacia los campos colombianos. Esto tiene sus ventajas y sus desventajas. Lo positivo es el reencuentro familiar, el incremento de ventas en el sector rural y los ingresos adicionales para el campo. Lo negativo está dado por el ruido que generan las personas de las ciudades. Esto no permite un tiempo de recogimiento como suele ser la Semana Santa para los campesinos.
Por estas razones, la invitación para esta Semana Santa es que en el campo no se pierda su sentido real, como época de recogimiento y de reflexión, participando de las celebraciones de la pasión, muerte y resurrección de Cristo. Se puede compartir de manera misericordiosa con los demás, en tranquilidad, tolerancia, respeto, acogida y libertad de culto.
Debemos recordar que esta Semana Santa está enmarcada por la misericordia hacia los demás, reconociendo que «como ama el Padre así estiman los hijos. Como Él es misericordioso, así somos llamados seres misericordiosos los unos con los otros«. (Bula Papal Misericordiae Vultus – N.9).