Desde hace ya varios años el parlamento europeo viene discutiendo la idoneidad de los alimentos genéticamente modificados para el consumo humano. Los debates han estado sustentados en estudios científicos que demostrarían la incidencia de los químicos en el deterioro de la salud humana
Por: Periódico El Campesino
La necesidad de generar alimentos para la población mundial que ya ronda 7 mil millones de personas, ha hecho que la industrialización en materia alimenticia haya crecido desde la década de los años 70, grandes consorcios internacionales crearon estrategias para sembrar millones de hectáreas mono cultivos y también generaron espacio políticos a nivel mundial para que se sembrara únicamente un tipo de semilla establecida, más conocido como semillas certificadas.
Durante la última década las autoridades europeas se dieron a la tarea de indagar por los resultados químicos causados por la modificación genética de los alimentos, los resultados desde el principio indicaron que este tipo de manipulación generaba serios inconvenientes en la salud de los consumidores.
Desde Enero de este año la decisión de los políticos que componen el euro parlamento, fue en primera instancia dejar en libertad a los países miembros de escoger si se cultivaba con transgénicos o no lo hacían. Países como Alemania y Francia se acogieron a la medida casi que de inmediato mientras que otros países como España esperaron más tiempo debido a que tenía cultivos en proceso de cosecha.
Esta semana el ente regulador más importante del viejo continente, la comisión europea, emitió una resolución en la que ordena a todos los países dictar ordenamientos jurídicos para que se prohíba el cultivo de alimentos genéticamente modificados. Inglaterra, Malta, Luxenburgo y Bulgaria, Chipre entre otras naciones realizaron los pedidos correspondientes para detener este tipo de cultivos. La poderosa Rusia también prohibió el cultivo de transgénicos desde Junio pasado.