Hoy llega a las salas del país Saudó, la primera cinta de terror del Pacífico en la cual se explora el misticismo de la región del Chocó
La cinta narra la historia de Elías, un niño afrodescendiente que frente a oscuras circunstancias debe escapar de Saudó, su pueblo natal. Ya convertido en un exitoso médico, cuando tiene 39 años, decide regresar a su lugar de origen para encontrar la cura a una extraña enfermedad que padece su hijo Francisco. Allí se deberá enfrentar a las tenebrosas fuerzas que pensaba que ya había dejado atrás.
Saudó, laberinto de almas, fue dirigida por el chocoano Jhonny Hendrix Hinestroza, director del largometraje Chocó (2012) y productor de la película animada Anina (2013). La producción de la película fue todo un reto y le tomó seis años, mientras que la grabación duró ocho semanas.
La producción de la película fue posible gracias a los estímulos entregados por el Fondo para el Desarrollo Cinematográfico (FDC), en el cual Hinestroza fue ganador en el 2007 en la categoría de escritura de largometraje y en el 2012 en la categoría de producción de largometraje.
Además de estos premios, Saudó también recibió otros reconocimientos internacionales: el Premio de desarrollo de proyecto del Programa Ibermedia de España en el 2007 y el Curso de desarrollo de proyectos cinematográficos iberoamericanos de la Fundación Carolina en el 2008.
En declaraciones al diario El Espectador, el director aseguró que se inspiró en las historias sobrenaturales que le contaban sus padres y sus abuelos. La idea de la película surgió tras escuchar una leyenda de un lugar del Chocó, en donde los hombres y mujeres esclavizados tenían la capacidad de hacerse invisibles frente a sus amos.
El género del terror no ha sido muy explorado en el país y Saudó ahora se suma a otras películas colombianas como Al final del espectro de Juan Felipe Orozco (2006) y La cara oculta de Andi Baiz (2011) que también han intentado asustar y sorprender al público.