La salud humana genera la movilización de la Iglesia y de sus instituciones en los cinco continentes.
Por Juan Carlos Matiz
Con motivo del Día Mundial de la Salud que se celebra hoy, 7 de abril, resulta importante subrayar el valioso trabajo que ha realizado la Iglesia Católica, alrededor del mundo, en materia de salud pública. Según el Pontificio Consejo para la Pastoral de la Salud (PCPS), la Iglesia Católica administra el 25 por ciento de los centros de salud existentes en el mundo.
De acuerdo con las últimas cifras aportadas por la Oficina Central de Estadísticas de la Iglesia, esta institución administra y sirve en 115.352 centros de salud en los cinco continentes, en los que se incluyen hospitales, clínicas, dispensarios, institutos de asistencia, casas para ancianos y enfermos crónicos, orfanatos, y centros especializados para niños con discapacidades físicas y mentales.
Dentro de los institutos sanitarios y de asistencia administrados por la Iglesia se encuentran 5.304 hospitales, 16.647 dispensarios, la mayor parte de éstos en África, Asia y América, 611 leproserías distribuidas principalmente en África y Asia, 15.518 casas para ancianos, enfermos crónicos, y minusválidos, y 18.100 orfanatos.
La Iglesia Católica es una de las Instituciones que más ha contribuido a ayudar a los enfermos de sida, lepra, malaria, ébola y desnutrición a nivel mundial. Según las estimaciones publicadas por la PCSP, a través de la revista Dolentium Hominum, sólo en lo referente al VIH/SIDA, las instituciones católicas proveen aproximadamente el 26.7% de todos los tratamientos contra dicha enfermedad en el mundo, lo que convierte a la Iglesia en la institución que más ayuda presta a las personas víctimas de esta enfermedad. En el caso de África, el continente más afectado por esta pandemia, dicho porcentaje asciende al 40%, llegando incluso al 100% en las áreas más apartadas.
Tan solo en esta región del planeta, las instituciones católicas comprometidas con los seropositivos están presentes en más de mil hospitales, cinco mil clínicas, y 800 orfanatos para niños enfermos de Sida. Según el P. Michael Czerny, fundador de la Red Jesuita para lucha contra el SIDA en África, la Iglesia Católica es “la entidad que más cuida a enfermos de VIH, a quienes ya padecen el SIDA y a quienes son afectados por este flagelo: las viudas, los huérfanos y demás personas que tienen que lidiar con este problema”.
Otro claro ejemplo del gran aporte que la Iglesia ha realizado en el campo de la salud pública es lo relacionado con la asistencia ofrecida a los enfermos de lepra. La Iglesia Católica gestiona, actualmente, 611 leproserías, de las cuales 328 se encuentran distribuidas en distintas regiones del continente asiático. Es importante resaltar que la Iglesia no solamente se esmera en cuidar clínicamente de estos enfermos, sino también en cuidar de su dimensión espiritual, sin olvidar las posibilidades de recuperación y de re-inserción en la sociedad, pues todavía en muchos países la discriminación hacia estas personas continúa siendo muy alta.
La labor social de la Iglesia en materia de salud es muy poco conocida. Sin embargo, las cifras demuestran que la Iglesia Católica es una de las instituciones que más ayuda ha brindado a la humanidad en materia de salud, especialmente, en las regiones más pobres y apartadas del planeta. La Iglesia, fiel al Evangelio, continúa trabajando asiduamente por la salud y el bienestar de millones de personas alrededor del mundo, sin importar su credo, raza, lengua, condición política o social.