Sacerdotes futbolistas que llevan su fe hasta las canchas

La Copa de la Fe es el torneo deportivo más grande que emprende la iglesia católica colombiana. Su sexta edición reunió a más de 600 sacerdotes en las canchas de la ciudad mariana de Colombia, Chiquinquirá.

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Foto por: Lina María Serna. Periódico El Campesino.

De sotanas a uniformes verdes. Así se vistió el GIS – Grupo de Integración Sacerdotal. Llegaron desde Santa Fe de Antioquia hasta Chiquinquirá, Boyacá, para dejar un mensaje de paz en la cancha y de paso, transmitir a Cristo desde el deporte.

Sí, la fiesta del fútbol también es católica. Desde hace seis años se reúnen sacerdotes colombianos y latinoamericanos en un campeonato único, la Copa de la Fe. Esta vez la sede fue Chiquinquirá, ciudad mariana de Colombia reconocida por ser centro económico y comercial del occidente de Boyacá.

Para el GIS, el fútbol es sinónimo de integración. Como no, si desde hace meses se reúnen presbíteros de la Arquidiócesis de Santa Fe de Antioquia para compartir experiencias de fe y por qué no, poner a prueba sus habilidades deportivas. Francisco Oquendo lo deja claro, pues ve en esos espacios de integración espíritu-deportiva, el fruto de un triunfo, el de su equipo ante la Diócesis de Ipiales.

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Francisco es profesor del Seminario Santo Tomas de Aquino con sede en Antioquia, y aunque el oxígeno no le dio, como dice él, para continuar con su equipo en la cancha, está firme con una sonrisa y los gritos de ánimo para su equipo y para su tocayo, Pachito, el delantero estrella.

“Corra mijo, píquela”, le dice Francisco a Pachito, el delantero que segundos después anotaría el segundo gol, el de la victoria, que dejaría 2 a 0 el marcador ante Ipiales.

Padre Francisco Oquendo
Foto por: Lina María Serna. Periódico El Campesino.

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El acostumbrado frío boyacense no se siente en la cancha del Estadio Primero de Septiembre, una de las sedes de la Copa. El calor humano de los nuevos rivales se hizo sentir desde que llegaron los sacerdotes de la Arquidiócesis de Barranquilla, de uniforme amarillo como el sol que está por salir. No les ha ido bien en el campeonato por situaciones físicas y de salud, pero confían que hoy serán vencedores.

Esta edición de la Copa, creada por la Conferencia Episcopal de Colombia y organizada por la Diócesis de Chiquinquirá y los Frailes Dominicos, trajo 32 equipos, 30 nacionales y 2 internacionales, en representación de sus diócesis y/o arquidiócesis y municipios. La responsabilidad es por cuenta doble, espiritual y regional, por eso los sacerdotes quieren dejarlo todo en la cancha.

Miguel Lucio Martínez, es el entrenador del equipo barranquillero. Es Licenciado en Educación Física de la Universidad del Atlántico y es también el motor del equipo. Tiene claro que hoy van por la revancha y su equipo lo demuestra en la cancha.

“Tengo un buen equipo, que trabaja y es muy unido”, dice Miguel convencido de los sacerdotes que lo acompañan.

El entrenamiento fue clave. “El lunes es sagrado para nosotros. Desde Semana Santa empezamos a entrenar todos los lunes”, cuenta Alirio Cantillo, párroco de la Iglesia Nuestra Señora de la Candelaria en el municipio de Malambo y goleador del partido.

El marcador matutino se repite, esta vez fue 2 a 0 frente a la Arquidiócesis de Bogotá. La alegría no da espera y el equipo sale victorioso del Estadio.

Foto por: Lina María Serna. Periódico El Campesino.
Foto por: Lina María Serna. Periódico El Campesino.

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Cinco días de Copa, México y Ecuador los países invitados, y octubre el mes elegido. La iglesia celebra varios acontecimientos durante este mes. Mes Misionero y mes del Santo Rosario. Además del Centenario de la coronación de Nuestra Señora de Chiquinquirá, de ahí que este municipio fuera sede este 2019.

La tarde es todavía más intensa, por el sol y por el entusiasmo de los equipos. La cancha de la UPTC – Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, otra de las sedes, se viste de azul y blanco. Ahora, la Arquidiócesis de Guadalajara y la Arquidiócesis de Bucaramanga calientan y preparan sus respectivas estrategias de juego. Llegó la hora.

“Búcaros, búcaros, búcaros”, así suena la arenga del equipo santandereano que viene con bastante barra. Los sacerdotes que están en la banca tienen claro que su apoyo es importante para quienes están en la cancha.

Hay risas, gritos, bubucelas y hasta tambores improvisados que los párrocos armaron. Ellos son “La barra de los toches” y no se quieren quedar atrás, pues México también trajo su propia barra.

El juego es intenso, cada equipo ha marcado un gol seguido del otro. El primer tiempo cierra con un 2 a 2. El técnico mexicano está preocupado, vienen de ganar varios partidos y este está costando un poco.

Los bumangueses tienen un reto, ganar al equipo internacional que fue campeón en la Copa del año 2018. No es fácil pero tampoco imposible, dicen los sacerdotes mientras ven a sus compañeros jugar.

“Mano perfílese”, grita Alejo, el sacerdote más animado de la banca. Los demás le gritan al Padre Juan Pablo Cote, el jugador 77 que ha marcado los dos goles del partido. “El campeonato ha sido muy especial, fraterno, solidario, participativo y alegre. Lo mejor que me llevo es el ambiente mariano y de fe que se vive aquí, en esta tierra de nuestra Patrona y Reina de Colombia”, dice el Padre Cote luego de terminado el juego.

“Se lo pedimos a Dios y pudimos ganarle a un equipo grande”, dice entre lágrimas el Padre Jhon Fredy Lizcano, quien anotó el último gol que dejó a la Arquidiócesis de Bucaramanga como victoriosa.

 

Foto por: Lina María Serna. Periódico El Campesino.
Foto por: Lina María Serna. Periódico El Campesino.

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Esta edición de la Copa se llevó a cabo del 7 al 11 de octubre. Cúcuta, sede de la Copa del año 2018, fue el actual vencedor y dejó como subcampeón al equipo de Quito, Ecuador, luego de un intenso juego que se fue a penales.

Además de la copa otorgada al equipo ganador, este año se entregó un premio especial como signo de paz, la “Copa de la Paz” se le otorgó a la Diócesis de El Espinal, Tolima, por su actitud fraterna durante el campeonato.

El mensaje de paz y fraternidad durante la Copa fue contundente y tomó fuerza en las canchas. Por sexto año consecutivo, la Copa de la Fe es el campeonato deportivo más grande que emprende la iglesia católica colombiana, en pro de la evangelización a través del deporte.

Foto por: Lina María Serna. Periódico El Campesino.

Por: Lina María Serna López. Periodista – Editora.

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