Por: Andrés Fernando Silva Valero
Rosario es el medio más sencillo para invocar a la Madre de todas las madres, quien es Madre de Dios y madre nuestra, la Santísima Virgen María. Nosotros, como católicos, sabemos que contamos con la presencia de María y recurrimos a ella porque la amamos y le pedimos que su amor nos acompañe a lo largo de nuestra vida, y la mejor forma de hacerlo es rezando el santo rosario todos los días.
Todos sabemos que fue por papá y mamá que vinimos al mundo y que nuestra madre nos tuvo en su vientre nueve meses para darnos a luz y que nos crió en valores porque nos ama. Nosotros como hijos amamos a nuestra madre, por este acto de amor y entrega y seguramente le hemos dicho que la queremos y agradecemos por todo lo que nos ha dado. De la misma manera nos ama la Virgen María.
Ella siempre quiere lo mejor para nosotros quienes somos sus hijos, porque siempre está intercediendo por nosotros ante Dios y la mejor forma de agradecerle y decirle que la amamos es rezando el rosario. Si la amamos mucho, entonces no importa decírselo todos los días con las Salves del rosario.
Hay una joven, Teresa, que ama tanto a la Virgen María, que desde pequeña rezaba el rosario con sus padres y hermano y ha sentido la protección continua de Ella. Teresa tiene 18 años y está convencida de que la mejor forma de demostrarle su amor a la Virgen María, es rezar diariamente el rosario, porque cada vez que hace una Salve, le dirige un “te quiero” a la madre del cielo. Teresa dice que siempre hay tiempo para rezar el rosario, pues se puede hacer en “cualquier momento del día”.
Hoy día, la concepción que tiene mucha gente y en especial los jóvenes con respecto al rosario es que es algo aburrido y sin sentido, pero Teresa ha dado testimonio de que al rezarlo siempre es la forma más bella de decirle a la Virgen María que la quiere y además experimenta el amor de María, que siempre la acompaña en su vida.
La historia de Teresa nos puede ayudar muchísimo a comprender la importancia de rezar el rosario diariamente, no por rutina o cuando se pasa por momentos difíciles, sino por amor a María, porque nos sentimos amados por Ella, quien intercede siempre por nosotros ante su Hijo; Jesucristo. Además, podemos rezarlo por la intención que queramos. Podemos orar por quienes nos piden oración, por quienes sabemos que pasan situaciones difíciles y dolorosas, por la paz del mundo, para que así, la Santísima Virgen María reine siempre en nuestros corazones y en el mundo entero.