Uno de los principales problemas sociales que enfrenta Colombia, es la carencia de viviendas con la infraestructura adecuada para el sector rural. Datos de una encuesta realizada por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), revelaron que el 35% de los colombianos se encuentra en condiciones de pobreza y no cuentan con una vivienda con condiciones aptas para vivir.
Ante la necesidad de crear un sistema de construcción ligero para viviendas en lugares rurales donde los sistemas de construcción tradicionales como los ladrillos, el cemento y el hormigón no pueden llegar; un grupo de investigadores de la Universidad de los Andes liderado por el ingeniero Jorge Medina, idearon un sistema que utiliza residuos de la producción de café para elaborar casas prefabricadas, así nace la constructora Colombiana “Woodpecker”.
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Novedosa fabricación con aprovechamiento de residuos
Según explicó Alejandro Franco director de la constructora, la cáscara que queda de las cosechas de café se mezcla con plástico reciclado y como resultado se obtienen tabletas que se transforman en piezas parecidas a un “Lego gigante». Posteriormente se realizan unos marcos de acero que se usan de base para las casas Finalmente, las partes de café se encajan en los marcos una a una hasta formar la vivienda sin necesidad de utilizar ningún tipo de pegamento o cemento.
Franco aclaró que se escogió la cáscara de café porque este material es resistente a la humedad y a las plagas, “lo convierte en una alternativa segura y económica para las viviendas personas que no tienen la posibilidad de acceder a una construcción convencional”, añadió.
Por otro lado, uno de los beneficios de este emprendimiento es la posibilidad que le brindan a las personas de tener una vivienda digna, no sólo porque puede llegar a cualquier parte del territorio nacional debido a su facilidad de transporte, sino también por su economía. Su producción a gran escala y el uso de materiales ecológicos permite que las pequeñas casas se vendan desde 4.500 dólares, es decir aproximadamente 16 millones de pesos colombianos.
Es de destacar que, debido a su bajo precio y a su sencilla instalación, el gobierno colombiano recurrió a la constructora para dar refugio a la población local de Providencia afectada por el paso del huracán Iota en noviembre de 2020.
Por: Ivania Alejandra Aroca Gaona. Periodista.
Editor: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.