Investigadores del Banco de la República buscan que el reparto presupuestal favorezca a las regiones más necesitadas
El presupuesto para 2017 que presentó esta semana el Ministerio de Hacienda para ser aprobado por el Congreso destina 100,3 billones de pesos a las transferencias realizadas a las regiones. La cifra, que representa casi la mitad del total de los recursos, es luego repartida de acuerdo al número de habitantes de cada departamento. Esta forma de reparto presupuestal ha sido criticada por un estudio de investigadores del Banco de la República. El trabajo determinó que la estrategia actual favorecía la desigualdad entre regiones.
Jaime Bonet-Morón y Jhorland Ayala García, encontraron que la asignación específica de recursos beneficiaba más a departamentos con mayor población, que tienen menores necesidades económicas y abarcan menor territorio.
El estudio indica que: “los municipios de categoría especial (los más desarrollados), que representan menos de 1% del país y 32% de la población total, requerían 938.641 pesos por habitante en el 2014 para atender sus necesidades básicas en condiciones de equidad, mientras que los de categoría seis (menos desarrollados) tienen una necesidad cercana al doble, con 1’855.946 por habitante”.
Aunque la repartición equitativa de recursos suena como la alternativa más justa, deja de lado otros factores de mucho impacto a la hora de hablar de igualdad. El más importante de todos es la capacidad de recaudo tributario. Los grandes departamentos cuentan con más declarantes, además de contar con presencia de empresas que aportan significativamente al aumento de recursos. Por lo tanto, y también gracias a que las políticas de impuestos varían de acuerdo a cada administración, la recaudación es dramáticamente desigual entre departamentos.
La propuesta fue bienvenida por el gobierno. En declaraciones al diario El Tiempo, el subdirector de Planeación Nacional, Manuel Fernando Castro, indicó que “la propuesta es buena, sobre todo para que las zonas rurales, que son las más pobres, reciban algo más, ya que hoy las transferencias se quedan en las cabeceras”.
La solución que ellos proponen es tener en cuenta la necesidad y la capacidad a la hora hacer el reparto presupuestal. Una alternativa que requiere una reforma constitucional pero que significaría que el reparto presupuestal aseguraría que todos los colombianos cuentan con la misma cantidad y calidad de bienes y beneficios estatales.