Crisis en aumento
El documento firmado por el presidente de la Red Clamor y arzobispo de Yucatán, Monseñor Gustavo Rodríguez Vega, advierte que tres de cada diez solicitantes de asilo en el mundo; son latinos específicamente de Venezuela, El Salvador y Honduras. En 2019 el número de solicitudes de asilo pasó de 2.000 al año a 2.000 a la semana; según las cifras de la Agencia de la ONU para los refugiados, ACNUR.
En el mismo año murieron 634 personas según las estadísticas de la Organización Internacional para las Migraciones OIM. Más de 157 migrantes murieron ahogados en el mar Caribe que registra el mayor aumento de víctimas mortales. La mayoría eran venezolanos que buscaban llegar a las islas de la región y que ahora pasan a ser parte de la triste cifra que demuestra el incremento drástico de fallecidos si recordamos que en 2018, murieron 24 personas en el mismo punto geográfico.
Convención de Ginebra y refugiados
Si bien la Red Clamor reconoce los esfuerzos de los países para responder a la emergencia humanitaria; es evidente que gran parte de las medidas tomadas por los Estados son restrictivas y no garantizan la protección de los Derechos Humanos, por eso el llamado es a cumplir la convención de 1951 y el protocolo de 1967.
En 2020 la Convención del Estatuto de los refugiados cumple 69 años y es necesario visibilizar la realidad de los derechos humanos que en la región y el mundo entero se encuentran en crisis por lo que es vital trabajar por una respuesta efectiva más allá de los marcos normativos y las políticas públicas fuertes en la investigación de las problemáticas, pero débiles en las acciones concretas a favor de los desplazados internos y refugiados.
Acciones urgentes
En este sentido la Red Clamor urge por una acción diligente de los gobiernos que no irrespete por acción u omisión los derechos humanos y se involucre de la misma manera en la prevención como en la mitigación de los riesgos que se pueden presentar e incidir en su vulneración. Es así que aboga por la implementación de una respuesta coordinada, regional y de políticas públicas integrales de protección a las víctimas, puesto que los Estados deben ser garantes del bienestar de los ciudadanos que habitan su territorio. Objetivo que hace necesaria la participación de las personas refugiadas y desplazadas, así como las comunidades de acogida, donde se promueven políticas de cultura, hospitalidad y reconciliación para los afectados por este drama.
Durante el presente año la crisis humanitaria ha sido evidente por la propagación del COVID-19, pero la Red Clamor asegura que el drama de los refugiados y desplazados es una crisis preexistente que demuestra las brechas de desigualdad e inequidad en los países de América Latina y el Caribe; por lo que es necesario esforzarse por alcanzar cambios estructurales para superar la pobreza, la exclusión y la violencia. Situación que invita a los Estados a impulsar medidas a tiempo frente a los desafíos que les plantea el fenómeno de la migración.
Por: Paola Calderón. Voluntaria Periódico El Campesino.