Quibdó es la capital del departamento del Chocó, de gente noble y trabajadora, el municipio se levanta en la ribera del río Atrato. El almirajó, el zapote y el queso, le dan sabor a la vida que florece.
Por Andrés A. Gómez Martín.
De Quibdó se dicen muchas cosas, con frecuencia los medios tradicionales de comunicación cuentan historias trágicas, la pobreza, la violencia y el abandono. Esa es una realidad innegable, el diario vivir en el municipio lo evidencia.
Pero esta vez vamos a cambiar el tercio, Quibdó también tiene otras historias, es un pueblo que sonríe ante las más difíciles condiciones de vida. Si bien el municipio no tiene una arquitectura definida, las construcciones son muy particulares, los tejados deben ser muy resistentes, todos los días llueve, entre dos o tres veces.
El malecón tiene una vista privilegiada del río Atrato, uno de los ríos más importantes del país. Decenas de pianguas están amarradas en el pequeño muelle, en ellas navegan los indígenas y los campesinos que se dirigen hacia el medio y bajo Atrato.
El Quibdoseño es amable, cálido y muy amoroso, se le ve sonriendo, las ropas de colores y las sombrillas de doble tela, protegen del sol canicular. Hombres y mujeres se saludan como “primos”. Por las calles de Quibdó caminaron deportistas tan importantes como Jackson “cha cha cha” Martínez, jugador de la selección Colombiana de fútbol y dos veces goleador de torneos europeos y la atleta más importante en salto largo del mundo, Katerine Ibargüen.
En Quibdó nacieron las primeras melodías de artistas como Jairo Varela, fundador del mítico Grupo Niche, el maestro Alexis Lozano de la orquesta Guayacán, también empezó su carrera en la banda de la catedral de “San Pacho” y no podemos olvidar a Chocquibtown, ganadores de un premio Grammy.
En el mes de septiembre se celebra la fiesta de San Pacho, los barrios de Quibdó se preparan para celebrar la fe a su santo patrono, San Francisco de Asís. Baile, comparsas y mucha, pero mucha alegría desbordan las calles del municipio.
¡Un alabao por Quibdó!