Para mejorar la sanidad de los mercados mayoristas durante la pandemia de COVID-19, la Federación Latinoamericana de Mercados de Abastecimiento (FLAMA) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) han estado trabajado en una serie de medidas prácticas que sirven como una guía para todos los países de la región.
Hace tres semanas que los mercados mayoristas de la región, la FAO y la FLAMA han estado impulsando una serie de medidas que aseguran que estos mercados sigan cumpliendo su papel estratégico en el suministro de alimentos de las ciudades, reduciendo al mínimo los riesgos de contagio entre sus operadores, proveedores y quienes acuden a ellos a comprar alimentos.
Según la FAO, durante la pandemia global del COVID-19, los mercados mayoristas son más importantes que nunca, ya que son una parte clave de la cadena de distribución de alimentos.
“En América Latina y el Caribe hay 300 mercados mayoristas que son claves para mantener el abastecimiento alimentario de la población, en especial de zonas las urbanas”, dijo Joao Intini, Oficial de Políticas de Sistemas Alimentarios.
“Los mercados de abastos asumieron rápidamente el costo de las medidas de prevención y el compromiso de seguir abasteciendo. Un alto porcentaje de su oferta proviene de Pymes y a la producción de la agricultura familiar. Latinoamérica está abastecida gracias a los mercados mayoristas y a sus redes de comercialización minoristas”, explicó Arturo Fernandez, Presidente de FLAMA.
“Los mercados mayoristas son fundamentales para garantizar la seguridad alimentaria. Además, son especialmente importantes para ofrecer productos a precios bajos a una población con restricciones de ingresos financieros cada vez mayores”, explicó Raúl Giboudot, Secretario General de FLAMA
Las diez medidas prácticas, que ya están en implementación en países a lo largo de la región y que deberían ser tomadas en cuenta por todos los mercados mayoristas, son las siguientes:
1) Los operadores y comerciantes deberán manipular los productos usando guantes y mascarillas.
2) Disponer surtidores con alcohol o gel desinfectante en los mercados, para el uso de los operadores y del público en general.
3) Mantener comunicación estrecha con las autoridades locales para promover las prácticas de cuidado del personal que trabaja en los mercados mayoristas y de las personas que frecuentan los mercados.
4) Coordinar con los organismos de salud para realizar actividades de monitoreo de salud y de orientación al personal de los mercados.
5) Implementar un sistema más ordenado de reparto de alimentos para disminuir la concentración de personas.
6) Limpiar y desinfectar las instalaciones destinadas a la venta de productos varias veces al día.
7) Si algún trabajador presenta síntomas de gripe, fiebre, tos, secreción nasal o dolor del cuerpo, se recomienda que se retire a su hogar y permanezca en cuarentena.
8) Realizar desinfecciones permanentes en bodegas, corredores, baños y otros lugares comunitarios.
9) Reorganizar los estacionamientos para evitar aglomeraciones y atascos.
10) Evitar en lo posible hacer compras acompañado de adultos mayores, mujeres embarazadas y personas con enfermedades crónicas.
Por: Organización de las Naciones Unidas Para la Alimentación y la Agricultura – FAO.