Reforma agraria. En el marco del actual proceso de paz, las partes negociadoras han mencionado este concepto. Aquí le explicamos las nociones básicas de lo que esto significa.
Por: Andrés A. Gómez Martín.
Reforma agraria. En la actual coyuntura política, económica, social y agraria las partes negociadoras en el proceso de paz de la Habana, Cuba; han mencionado a la reforma agraria como una forma para empezar a solucionar los problemas del campo en Colombia. En una breve mirada histórica a los procesos campesinos de nuestro país encontramos que desde los esclavos africanos que se organizaban para encontrar la libertad en los palenques, pasando por los indígenas que resistieron el proceso colonizador, los colonos que abrieron los caminos de la arriería, y los campesinos migrantes que se abrieron paso por valles y montañas para echar pica y pala en las selvas amazónicas, buscaban el acceso y la tenencia de la tierra para trabajarla en la pequeña y mediana agricultura.
Una reforma agraria es el conjunto de instrumentos económicos, políticos, sociales y legislativos que buscan darle orden a la tenencia, distribución y uso de la tierra. La reforma busca modificar las estructuras de producción para solucionar los problemas que deriven de un uso inadecuado e inequitativo de la tierra. Mediante la re-estructuración con herramientas tales como la indemnización o la expropiación y mecanismos compensatorios, el Estado tiene la autoridad de modificar e implementar nuevas formas de organización rural para equilibrar las cargas dándole prioridad a los pequeños campesinos, garantizándoles mejores oportunidades en el desarrollo de su actividad agraria y mejoramiento en las condiciones de vida.
En Colombia se tiene registro de una reforma agraria en los años 60, consecuencia de la violencia bipartidista de la década de los años 40 y de los años 50.
Durante décadas sectores campesinos de todas las regiones del país han aclamado lo que ellos llaman una verdadera reforma agraria pues las políticas de apertura económica que se empezaron a implementar desde la década de los 80, han ido empeorando paulatinamente las condiciones de vida de millones de labriegos. Sumado a ello el conflicto armado interno ha empeorado y desviado la atención del estado y de las autoridades de los problemas rurales.