El campo colombiano es un escenario social que ha estado en la búsqueda de la paz, de mejores condiciones sociales, económicas y políticas. La historia nacional ha escrito en sus páginas varios apartados que no habrían sido posibles sin la participación del campesino. Desde los procesos que buscaban la independencia de la corona Española, hasta la instalación de escenarios de pensamiento y análisis social.
Por: Andrés A. Gómez Martín.
El mundo rural en Colombia es un escenario social muy grande, si lo pensamos detenidamente los campesinos son una fuerza laboral enrome que durante toda la historia nacional ha sorteado todo tipo de problemas y vicisitudes. Fueron los campesinos quienes llevaron en sus hombros y sus manos gran parte de las tareas de la independencia, los comuneros por ejemplo se rebelaron contra los impuestos que encarecían el aguardiente y otros productos que iban en detrimento de los pobladores, de lo que hoy es el departamento de Santander. A pesar del levantamiento de las gentes humildes y su marcha hacia Santa Fe, el establecimiento español logró dialogar con ellos y establecer capitulaciones, que luego serían incumplidas.
Así entonces la historia a través de las décadas ha demostrado que los campesinos siempre son llevados al límite, otro episodio trágico que el país poco recuerda, es la masacre de las bananeras, un número aún indeterminado de trabajadores sindicalizados de una empresa extranjera, se fue a paro durante un mes, el presidente de la época, Miguel Abadía Méndez envió a las fuerzas del orden y se produjo la masacre en la municipio de Ciénega Magdalena, esto a pesar de los reclamos de los campesinos trabajadores, mejores condiciones salariales y laborales.
Hoy en día los procesos de organización campesina tienen varios problemas, entre ellos la estigmatización, pues se cree que estos movimientos populares están infiltrados por actores armados del conflicto y peor aún que los análisis y las propuestas que nacen desde el campo y sus dirigentes no son tomadas en cuenta por los gobiernos de turno.
La cumbre agraria es entonces un escenario de participación social, en donde los indígenas, los campesinos y los afro decientes se reúnen para poner en debate los problemas del campo, donde los pequeños productores pueden hablar y dialogar sobre su vida cotidiana y sobre todo construir propuestas que nacen desde lo más humano para mejorar la vida del agricultor, y todo esto bajo la premisa de la paz y el entendimiento cultural de los actores sociales vinculados al campo. Esta semana nuevamente la cumbre agraria se reúne en Bogotá para analizar el incumplimiento de los acuerdos del pasado paro agrario, campesinos de casi todas las regiones han llegado a esta nueva cumbre agraria para analizar si en el próximo año se realiza un nuevo para nacional agropecuari