El pueblo indígena wounaan es uno de los más golpeados por el desplazamiento forzado a causa del conflicto armado. Pese a que Bogotá se ha convertido en una ciudad de acogida para esta comunidad su cosmovisión de salud se ve afectada por las dinámicas de la ciudad.
Así lo evidenció un estudio del médico Santiago Astaíza Vergara, magíster en Salud Pública de la Universidad Nacional; quien construyó un perfil epidemiológico que establece el proceso de determinación social de la armonía/desarmonía entre los indígenas del Cabildo de Vista Hermosa, en la localidad de Ciudad Bolívar.
“Para esta tesis se designó un objetivo específico para cada dominio del perfil epidemiológico abordado, con el fin de analizar cómo influye cada uno en el proceso salud/enfermedad/cuidado y en la salud de la comunidad wounaan asentada en Bogotá”, explicó el magíster.
Le puede interesar: ¿Cuál es la situación del pueblo indígena embera en Bogotá?
Además, comentó que “los procesos de adaptación urbana han dejado y siguen dejando grandes cicatrices culturales que reproducen y generan ambientes malsanos para la salud individual y colectiva de la comunidad, tanto en el territorio de origen como en la ciudad”.
Como la mayoría de estos indígenas provienen del Chocó la principal afectación a su salud se da por el clima, ya que la capital es muy fría y esto les causa problemas respiratorios. Los cuales pueden empeorar por la contaminación ambiental resultado de la cantidad de vehículos, fábricas y otros generadores de humo y contaminantes.
Además, el cemento y la presión social los obligan a usar ropa y calzado que no es propio y que deriva en dolencias como prurito, lesiones e infecciones en la piel, pues en su entorno de origen ellos caminan descalzos y llevan ropa ligera.
A esto se suma el cambio de vivienda, la inseguridad, la medicalización por el uso de anticonceptivos y el cambio del paisaje; los cuales son factores percibidos como generadores de desarmonía para la comunidad wounaan.
Por: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.