El proyecto hidroeléctrico Porvenir II, obra proyectada para hacerse en el oriente antioqueño, pondría en estado de amenaza a peces del río Samaná como el bocachico, pataló y la dorada. La ubicación de la obra en la zona tendría que ver con las características estratégicas que ofrece la región y los recursos, que representarían un alto potencial para la construcción de la hidroeléctrica.
“Los peces juegan un papel importante en el ecosistema como parte de la red trófica, el flujo de energía y la producción de biomasa, pues estos animales utilizan muchos de los recursos disponibles en los ambientes acuáticos, desde el alimento en el fondo hasta aquellos que se asocian con la vegetación ribereña”, asegura Joanna Barrera, magíster en Recursos Hidráulicos de la Universidad Nacional, quien adelanta investigaciones en la región.
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En una entrevista concedida a la Agencia de Noticias UN, la investigadora aseguró a ese medio haber establecido la relación entre el caudal y la ecología, para determinar el caudal ambiental. El hallazgo lo haría a partir de la utilización de la metodología Límites Ecológicos de las Alteraciones Hidrológicas (ELOHA).
Así las cosas, la construcción de la hidroeléctrica implicaría el montaje de estructuras hidráulicas sobre el cauce del río, que generarían cambios morfológicos y la degradación de los lechos de estos cuerpos de agua. Asimismo, la obra causará impacto sobre las actividades productivas: pesqueras, agropecuarias y mineras.
Barrera explica que sobre el río Samaná Norte la cuenca alberga diversas especies de peces y su conservación se podría ver altamente afectada, teniendo en cuenta que aguas abajo del mismo río está propuesto el proyecto hidrológico Palagua. Según la investigadora, esto dificultaría la recuperación de ecosistemas y comunidades bióticas asociadas, además del sustento y bienestar de las comunidades que dependen de los ecosistemas.
También, Porvenir II dejará bajo el agua tierras productivas de los municipios de San Luis, San Carlos y Puerto Nare, donde gran parte de la población, en especial San Carlos, que se ha visto afectada por la construcción de estos proyectos. “La hidroeléctrica pretende utilizar los caudales del río Samaná Norte para generar energía eléctrica, extender la producción energética local, regional e incluso nacional, y transmitirla hasta el sistema de interconexión eléctrico del país”, detalla Barrera.
Más sobre la investigación
Con ELOHA también se estableció que es importante mantener los límites de caudales bajos, porque estos prevalecen sobre el río y determinan la cantidad del hábitat acuático disponible durante el año.
De igual forma, los pulsos de caudales altos y de pequeñas inundaciones son clave para el ciclo de vida de los peces. Esto les permite migrar, desovar (verter los huevos) y que estos fecunden, además de proveerles de material orgánico nutritivo o de otros alimentos que fluyen a través del agua.
La construcción de hidroeléctricas, según la investigadora, se traduce especialmente en los impactos sobre las actividades productivas, ya que estas generan dinámicas en la población como presión migratoria, desplazamientos, reasentamientos y reducción de área de predios. Sin embargo, esto hace parte de un estudio general de la situación en el río Samaná, pero sería necesario una investigación que ahonde más sobre el desarrollo de reglas de operación y que reduzca los impactos sobre los ecosistemas fluviales.
Detalles sobre el proyecto Porvenir II
Es un proyecto hidroeléctrico que, según los autores del proyecto, se “concibió para respaldar la confiabilidad del sistema eléctrico colombiano y, de esta forma, contar con la capacidad suficiente para el crecimiento del país y la atención de las necesidades de los colombianos”. Una obra proyectada de forma “responsable”, que contienen planes de manejo ambiental y social sobre las realidades del territorio, así lo advierte el objetivo del proyecto.
La central hidroeléctrica se ubicará concretamente sobre el municipio de San Luis. Según los diseños, podrá generar cerca de 325 MW (megavatios). Igualmente, las especificaciones del proyecto, aseguran que en 2013 fue declarado por la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) como de interés nacional estratégico:
- Utilidad pública e interés social.
- Interés Nacional y Estratégico, PINES.
Durante seis años de estudios realizados por consultores, entre ellos, Integral, el Laboratorio de Genética de la Universidad Nacional de Colombia y la Fundación Humedales, obtuvo la licencia ambiental que otorga un plazo de cinco años para el inicio de obras y una vigencia de 50 años para la operación. La compañía Celsia estará a cargo de desarrollar el proyecto y establecer relaciones de largo plazo con las comunidades y con las autoridades de la región.
Proceso de licenciamiento
Así fue proceso de licenciamiento de Porvenir II:
- (2009-2012) Fueron presentados los estudios de prefactibilidad y diagnóstico ambiental de alternativas ante el Ministerio de Ambiente.
- (junio de 2012) Se hace entrega por parte del proyecto el Estudio de Impacto Ambiental.
- (2013) La ANLA emitió el Auto 0062, en el cual solicitó complementar estudios que requerían 10 meses para su desarrollo.
- (2014) Integral S.A. entregó a la ANLA la actualización del Estudio de Impacto Ambiental de Porvenir II.
- (2015) Se expide la Resolución No. 166, mediante la cual la ANLA otorgó Licencia Ambiental para la construcción y operación del proyecto hidroeléctrico Porvenir II. El mismo año, dicha licencia quedó en firme.
Por: Andrés Neira. Periodista.
Editor: Lina María Serna. Periodista – Editora.