Este evento virtual se desarrolló el pasado jueves 16 de abril con la intervención de algunos líderes sociales pertenecientes a las comunidades indígenas y asociaciones campesinas del departamento del Cauca. Quienes expusieron el panorama que se vive en sus territorios y las necesidades presentes respecto al COVID – 19. Además contó con los aportes del académico Boaventura de Sousa y el jurista Rodrigo Uprimny.
La desintoxicación de un mundo globalizado
Jaime Díaz Noscue, consejero de la Asociación de Cabildos del Norte de Cauca – ACIN dió a conocer uno de los modelos que los pueblos deben cambiar para asegurar el desarrollo económico, aseguró que es necesario «desintoxicar nuestra mente, desintoxicar nuestros pensamientos de tanta sobreexplotación que nos deja un mundo globalizado». Esto refiriéndose a observar el panorama de las acciones que se deberían hacer y las que no.
Resulta urgente un sistema de salud para indígenas y campesinos, el cuidado y preservación de los saberes ancestrales, la implementación de una seguridad alimentaria que fomente la nutrición de los pueblos más apartados y ayude al crecimiento en la economía y el trabajo en el campo. Además, mencionó como a través de la historia los pueblos del mundo han sobrevivido a muchas clases de pandemias que han afectado significativamente el área rural y como se siguen cometiendo los mismos errores de exclusión a las personas que habitan en estas zonas.
Garantías para los campesinos ante la emergencia
Así mismo, Cristóbal Guamanga, presidente del Sindicato de Pequeños Agricultores del Cauca- SINPEAGRIC, vicepresidente de la Asociación Nacional de Zonas de Reserva Campesina-ANZORC, integrante de la Coordinación Departamental Cauca del Proceso de Unidad Popular del Suroccidente Colombiano-PUPSOC y vocero e integrante de la Junta Patriótica aseguró que el territorio está trabajando en el cuidado de la vida y del campo.
Cumpliendo los parámetros de desinfección entre los cultivadores y asumiendo medidas de protección desde ellos, ya que hasta el momento no han recibido ayuda del gobierno en cuanto implementos de cuidado personal para la prevención del virus. Y también se refirio a que la problematica principal es el sistema de salud y de alimentación, pues no se están garantizando los recursos para las personas que viven del día a día.
Afirmó que como movimiento campesino, quieren garantías de parte del Estado para poder minimizar la problemática que no solo abarca la pandemia, si no además lo relacionado a la falta de reconocimiento de los derechos de los campesinos.
Pandemia intermitente
Por su parte, Boaventura de Sousa, Doctor en sociología del derecho y considerado uno de los académicos e investigadores más importantes en el área de las ciencias sociales a nivel mundial enfatizó en lo que la pandemia representa para las poblaciones asegurando que «es un acontecimiento histórico que va a tener un impacto de grandes magnitudes, este mismo está dando lecciones importantes. El problema es sí se podrá aprender de ello, no se pueden seguir los mismos modelos de privatización».
Habla sobre lo que él llama una pandemia intermitente «se pasará de una pandemia a otra, si no se toman las medidas correspondientes». Poblaciones campesinas, indígenas y afrodescendientes ya han pasado por problemas similares. Esta es una más a la pandemia del abandono del Estado, la violencia de cuerpos armados, la falta de educación, el hambre y la corrupción.
El estado tiene que mirar la realidad de sus países, para que pueda implementar políticas que sean adecuadas, para esto habrá que realizar cambios en el modelo de desarrollo económico de los pueblos. Es el caso de la explotación del petróleo, la minería y los megaproyectos.
Igualmente, propone la realización de una lucha distinta, que será a la vez la enseñanza que debe dejar la pandemia a la población, algunas soluciones son: la soberanía alimentaria, la relocalización de la economía, la transformación de impuestos (que favorezcan a las comunidades más afectadas en Colombia), alternativas de desarrollo en base al conocimiento ancestral y la defensa de la vida cumpliendo lo estipulado en el Acuerdo de Paz.
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La triple emergencia
Finalmente, Rodrigo Uprimny Jurista especialista en derecho constitucional expone algo llamado «la triple emergencia» a los problemas que tienen que atravesar los pueblos en la ruralidad, y esta resalta las consecuencias sanitarias que ha logrado visibilizar. Implica una concentración de poder en el mundo legitimando los derechos humanos para ello.
Además, recalca que la importancia de asumir un enfoque de derechos humanos es una necesidad vital ya que esto a su vez permite reducir riesgos de autoritarismo y fortalece la idea de poder enfrentar la pandemia y que de allí surja un mundo mejor. Igualmente menciona unos elementos de enfoque de derechos humanos para enfrentar temas importantes que abarca esta crisis: el derecho a gozar de los desarrollos científicos y de sus aplicaciones (Artículo 27 de la declaración universal de los derechos humanos) y la transparencia en el acceso a la información y la libre expresión.
Ha planteado que para combatir la crisis que deja la pandemia en el sector informal de la economía, desde lo rural a lo urbano se deberán implementar políticas que favorezcan a los más desprotegidos. Como impuestos a los patrimonios altos, medidas especiales a las personas en estado de vulnerabilidad y medidas especiales para las poblaciones más afectadas.
Por: Jessica Beltrán. Periodista.
Editor: Lina María Serna. Periodista – Editora.