Varios municipios se encuentran en riesgo por la aparición de la especie Achatina fulica, comúnmente conocida como caracol africano, son cerca de 30 municipios los que se encuentran afectados según el llamado que realiza la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) a las autoridades municipales.
Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), esta especie es considerada una de las 100 especies invasoras más dañinas del mundo, y es que los impactos de esta especie no son menores, ya que se considera una plaga agrícola por poseer una dieta polífoga, es decir, que consume cualquier cultivo, contando con la capacidad de alimentarse de alrededor de 200 especies vegetales.
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El biólogo de la CAR, Luis Harold Gómez, manifestó que estas especies tienen impactos negativos en el ambiente, ya que se adaptan rápidamente a ambientes nuevos y desplazan a poblaciones de caracoles nativos de forma rápida, además, según la autoridad ambiental, esta especie provoca graves daños al ser humano, ya que por naturaleza son huéspedes de Angiostrongylus Cantonensis, nematodo que provoca en el humano la Meningo Encéfalitis humana, afectando el sistema nervioso.
Otro de los síntomas es la afección abdominal, que puede llegar a una perforación intestinal, peritonitis y hemorragia abdominal; esta especie también es propensa de tener parásitos, bacterias y hongos, que pueden ser vectores de transmisión para animales domésticos y ganado.
Los municipios que se encuentran en riesgo son: Apulo, Fusagasugá, Pandi, Quebradanegra, La Vega, Útica, La Peña, Guadias, Anapoima, La Mesa, Mesitas del Colegio, Girardort, Sasaima entre otros de las 14 regionales que conforman la juridiscción, por esta razón la CAR dispuso el Plan de Prevención, Control y Manejo (PPCM) de Caracol Gigante que puede visualizarse en la página web. www.car.gov.co.
La CAR también dispone de unas recomendaciones que se deben tener en cuenta, no toque, ni manipule al caracol africano con las manos desprotegidas, haga una adecuada disposición de los residuos orgánicos, mantenga jardines, pastos y parques podados, no transporte ni comercialice estos animales, lave con agua potable los alimentos que va a consumir, enseñe a sus hijos los peligros de esta especie y cómo reconocerlos, y finalmente, reporte su presencia ante la autoridad más cercana.
Por: Erika Carolina Guarnizo Rico – Periodista.
Editor: Lina María Serna- Periodista – Editora.