Porque Colombia es manglar
Colombia alberga más de 285.000 hectáreas de manglares distribuidas entre el Caribe y el Pacífico, lo que la convierte en uno de los países con mayor cobertura de este ecosistema en América Latina (Invemar, 2021). Estos bosques costeros no solo son hogar de miles de especies animales y vegetales; son también territorio, sustento y cultura para comunidades afrodescendientes, indígenas y campesinas.
Porque garantizan seguridad alimentaria
Los manglares son verdaderos criaderos naturales. El 70% de las especies pesqueras del Pacífico colombiano —incluyendo camarones, pargos, cangrejos y otras— dependen directamente de ellos en alguna etapa de su vida (WWF Colombia, 2020). Su conservación garantiza el sustento diario de miles de familias que viven de la pesca artesanal, y fortalece los mercados locales y la soberanía alimentaria.
Porque protegen la vida humana
Además de alimentar, los manglares protegen. Funcionan como barreras naturales contra huracanes, marejadas, inundaciones y procesos de erosión costera. Estudios del IDEAM confirman que las zonas con manglares sufren menos daños durante eventos climáticos extremos. Su pérdida, en cambio, deja expuestas a muchas comunidades costeras que hoy ya están en riesgo por el aumento del nivel del mar.
Porque enfrían el planeta
En tiempos de crisis climática, los manglares son nuestros aliados más eficaces. Capturan hasta cinco veces más carbono que un bosque tropical, según la FAO (2022). Esta capacidad los convierte en sumideros clave para mitigar el calentamiento global, una función ecológica invaluable frente al avance de la emergencia climática.
Porque son cultura viva
Más allá de su función ecológica, los manglares son también memoria, medicina y espiritualidad. Muchas comunidades han vivido por generaciones en estrecha relación con estos ecosistemas, que forman parte de sus saberes tradicionales y prácticas sostenibles. Cuidar los manglares es respetar esos conocimientos y reconocer la biodiversidad cultural del país.
Porque están en riesgo
A pesar de su importancia, los manglares colombianos siguen desapareciendo. Según el Invemar, las principales amenazas son la expansión de la camaronicultura industrial, la urbanización sin control, la deforestación y la contaminación. Entre 2010 y 2020, se perdieron al menos 1.400 hectáreas, especialmente en el Caribe y el delta del río Atrato (IDEAM, 2021).
Cuidar los manglares es cuidar Colombia
Proteger los manglares es una decisión ética, política y social. Implica defender el derecho a un ambiente sano, a la alimentación, a la cultura y a la vida misma. Los manglares son infraestructura natural, justicia climática y patrimonio colectivo.
Este 26 de julio el llamado es claro: cuidar los manglares es cuidar a Colombia.