Producción y Consumo: Una Brecha Alarmante
Según datos de la Federación Nacional de Ganaderos (Fedegán), Colombia produjo aproximadamente 7.414 millones de litros de leche en 2023, de los cuales solo el 44% fue acopiado formalmente, es decir, unos 3.283 millones de litros. El restante 56% se comercializa en la informalidad, generando ineficiencias en el mercado y limitando el acceso a canales de distribución más amplios y seguros (Pulzo).
El consumo de leche ha disminuido un 9% entre 2021 y 2023, en gran parte debido a los altos precios al consumidor. Esta caída en el consumo ha repercutido directamente en los precios pagados a los productores, que han visto una reducción del 11% en el precio por litro de leche, alcanzando niveles tan bajos como $1.200 por litro en algunas regiones (Tropicana Colombia).
Importaciones y Competencia Desigual
Otro factor crítico que contribuye a la crisis es el aumento de las importaciones de productos lácteos, especialmente desde Estados Unidos y la Unión Europea. El Tratado de Libre Comercio (TLC) con estos bloques ha permitido la entrada de leche en polvo y otros derivados a precios competitivos, que compiten desfavorablemente con la producción local. Para 2024, el arancel para la leche en polvo será de apenas 4.4%, lo que exacerba la competencia desigual y pone en riesgo la viabilidad económica de los ganaderos colombianos (Semana).
Impacto en Pequeños Productores
Los pequeños productores, que constituyen una gran parte del sector, son los más afectados por esta crisis. En el altiplano cundiboyacense, por ejemplo, el costo de los insumos como el silo de maíz ha aumentado, superando los $20,000 por bulto de 50 kilos. Estos costos elevados, junto con los bajos precios de venta de la leche, ponen a los pequeños ganaderos en situaciones extremas, donde deben elegir entre alimentar a sus animales o a sus propias familias (Semana) (Pulzo).
Propuestas y Medidas
Ante esta situación, Fedegán ha propuesto varias medidas para mitigar la crisis. Entre ellas, la creación de un fondo para promover el consumo de leche y productos lácteos en niños de sectores populares, financiado conjuntamente por el gremio y la industria láctea, y apoyado por el gobierno nacional. Además, se han sugerido políticas para mejorar la logística y reducir los costos de transacción, así como renegociar los términos de los TLC para proteger la producción nacional (Tropicana Colombia).
En resumen, la crisis del sector lechero en Colombia en 2023 es una problemática compleja que requiere atención inmediata y soluciones integrales para asegurar la sostenibilidad de una industria vital para el país. La combinación de alta producción, bajo consumo, y competencia desleal por importaciones baratas son desafíos que deben ser abordados de manera coordinada entre el gobierno, los gremios y los productores.
Editor: Natalia Garavito