La plegaria eucarística es la oración central de la misa en que el sacerdote consagra el pan y el vino, pocos saben en que consiste y como participar.
La plegaria eucarística se realiza durante la misa, luego de la homilía y de la presentación del pan y el vino, e inicia con las aclamaciones: ‘El Señor esté con ustedes… Levantemos el corazón…’ . Es una oración que solo hace el sacerdote, y la asamblea acompaña con su atención y oración. Sin embargo al hacerla solo el sacerdote, suele suceder que la asamblea se distrae y muchos pueden pensar que la plegaria eucarística es la misma oración para toda misa en que el sacerdote solo repite; razón por la cual muchas personas en este momento prefieren hacer oraciones personales o de libros de oración.
Aunque toda misa es parecida en su estructura, normalmente según el tiempo litúrgico en que estemos (Cuaresma, Semana Santa, Navidad, etc.) o por la memoria de un santo o familiar difunto, la liturgia nos ofrece una gran variedad de formas con las que se da una carácter distinto a cada misa según se le quiera dar. En este sentido, la plegaria eucarística no es la excepción: el Misal Romano, que es donde se contienen todas estas opciones, posee trece formas distintas de realizar la plegaria eucarística.
Son trece plegarias eucarísticas muy distintas en su carácter; hay plegarias que dan un carácter más festivo, otras un carácter penitencial o de arrepentimiento, otras nos recuerdan la historia de salvación, o fáciles de entender para los niños, o se centran en ser una acción de gracias por diversas necesidades según lo escoja el sacerdote, todo con el fin de que toda la misa posea un mismo carácter. Aún así ante la variedad de plegarias eucarísticas estas son semejantes en su estructura: siempre se pedirá por la Iglesia Universal: el Papa, los obispos, los sacerdotes, diáconos y todo el pueblo de Dios; se pedirá la intercesión de los santos y de la Virgen María; se pedirá por los vivos y los difuntos; y el centro de la plegaria eucarística, que es la consagración del pan y el vino, que se convierten en el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo.
Todos los católicos están invitados a percibir todos estos signos sensibles que hacen que cada eucaristía sea única, pues al estar atentos se entiende que la asamblea no va a escuchar al sacerdote, sino que está junto a él celebrando el sacrificio del Cuerpo y Sangre de Cristo en torno al altar; y que el sacerdote es quien preside y guía al pueblo en esta oración en la que todos participan activamente.
Hoy día hay varías páginas web que tienen todas estas oraciones del misal a disposición de todos; las trece plegarias eucarísticas las puede encontrar por ejemplo en: http://www.ibreviary.com/m2/messale.php?s=liturgia_eucaristica