Los inhibidores son moléculas que se unen a enzimas y disminuyen su actividad, es decir, son aditivos que se unen al acero para retardar su degradación por oxidación.
La oxidación de los aceros se puede retardar entre el 50% y el 80 % en casos de corrosión gracias a los inhibidores.
Un estudio realizado por Daniel Pineda Hernández, estudiante de Ingeniería Física de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) Sede Manizales; deduce que plantas y frutas como el cilantro, aguacate, artemisa, salvia amarga y bogotana, crean un recubrimiento sobre los aceros para que no se oxiden.
Por ejemplo, cubrir con una capa de salvia amarga convertida en inhibidor, puede funcionar como una técnica antioxidante sobre el metal; por tanto, la capa de salvia funciona como un inhibidor natural (antioxidante natural), sin necesidad de acudir a inhibidores artificiales que contaminan el medio ambiente.
“Lo que buscamos es que la industria cuente con inhibidores que no sean contaminantes ni tóxicos”, añade el estudiante. Le puede inetresar: Aguacate Hass, una fruta que va de travesía por el mundo
El Comité Colombiano de Productores de Acero estima que la demanda de acero para concreto este año será del 6 %; y aproximadamente 60 mil toneladas serán para proyectos de vivienda subsidiados por el Gobierno. Informa la U.N.
De lo anterior, las plantas se pueden utilizar como inhibidores naturales para megaproyectos viales y de construcción de edificaciones.
¿Cómo se extrae el inhibidor natural para disminuir la oxidación del acero?
Para el método con salvia amarga, primero se toman las hojas para machacarlas, hasta obtener un polvo fino. “Después, mediante la técnica extracción de Soxhlet, se obtiene el aceite que actúa como placa o inhibidor de corrosión”, explica la U.N., como método que no permite oxidación del acero.
La prueba satisfactoria
Luego de extraer el inhibidor natural y de probarlo en el acero, se comprobó la efectividad de este; pues, como resultado se obtuvo una resistencia en oxidación seis veces mayor a la del acero sin cubrimientos del inhibidor.
Finalmente, entre profesores y estudiantes, aprovechan el laboratorio de la Universidad, sede Manizales; con el fin de estudiar nuevas técnicas que contribuyan en la protección del medio ambiente, tanto para la industria como para la medicina.
Por: Andrés Arias. Estudiante de Comunicación Social – Periodismo.
Editor: Ana María Rizo Díaz. Periodista – Editora.