El Tribunal Administrativo de Boyacá prohibió provisionalmente las actividades en la mina de hierro de Tasco, Boyacá
Los campesinos de Tasco, Boyacá, lograron después de casi tres años de protestas ganarle el pulso a la empresa Acerías Paz de Río. La siderúrgica quería volver a explotar el territorio boyancense donde operó por casi 50 años. La comunidad de la zona, a pesar de haber dependido económicamente de la compañía, se opuso a su retorno.
La razón: proteger su tierra. La presencia de Acerías del Río agotó los recursos hídricos y causó inestabilidad en el terreno. Tras la salida de la empresa de la región, se comenzó a intentar la recuperación de los recursos naturales y se pensó en la agricultura como un nuevo medio de sustento.
Los pobladores están en completo desacuerdo al retorno de la minería a Tasco, en la mina conocida como El Banco. La actividad perjudica directamente al páramo del Pisba, que surte el agua tanto a Tasco como al vecino Yopal. Los daños ambientales se suman a las afectaciones de las viviendas cercanas y a la disrupción del estilo de vida de los campesinos, que gira alrededor de su entorno.
Por este motivo, la comunidad bloqueó desde 2014 la entrada a la mina y finalmente terminó en un plantón permanente para que no se permitiera el trabajo de Paz de Río. Una protesta que respaldaban con la decisión de la Corte Constitucional de prohibir la actividad minera en los páramos y un estudio de la Plataforma Colombiana de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo, que evaluaba el daño ambiental que la empresa causó en la zona de Pisba.
Hoy cuentan con apoyo legal para sus pretensiones, pues el Tribunal Administrativo de Boyacá ordenó a Acerías Paz de Río a abstenerse de hacer explotación minera en la zona. “Hay una serie de pruebas que se recaudaron y se verificó que hay fuentes hídricas que se podrían ver afectadas por la explotación”, dijo el magistrado Luis Ernesto Arciniegas a Boyacá Siete Días.
La decisión representa una medida cautelar para la protección inmediata de la zona, tras la presentación de una acción popular por parte de la comunidad de Tasco y la Personería Municipal. Todavía hace falta la sentencia final, que se espera reitere la protección al páramo. Esto obligaría a Paz de Río a retirarse definitivamente de la zona y a la revocatoria de la licencia minera y ambiental que tiene para explotar la mina El Banco.