En el contexto de los Acuerdos de Paz de 2016, la Reforma Rural Integral se consolidó como una de las apuestas más ambiciosas para cerrar las históricas brechas de inequidad territorial en Colombia. Esta reforma incluye, entre sus objetivos principales, la formalización de tierras y el fortalecimiento de comunidades rurales a través de herramientas que permitan su desarrollo social y económico. En este marco, las Zonas de Reserva Campesina (ZRC) se han convertido en un modelo clave para garantizar la sostenibilidad territorial, la justicia agraria y la participación comunitaria en la construcción de la paz.
Una de estas ZRC, el Pato-Balsillas, en el departamento de Caquetá, fue la primera en ser establecida oficialmente en Colombia y representa un símbolo de resistencia campesina en una región históricamente golpeada por el conflicto armado. Este lugar, ubicado en la frontera agrícola de la Amazonía, se erige como un espacio estratégico no solo para la reconciliación, sino también para la conservación ambiental y la lucha contra la deforestación.
El II Encuentro de Juventudes: La voz del futuro rural
En este emblemático escenario se llevó a cabo el II Encuentro de Juventudes, un espacio respaldado por la Unión Europea en Colombia que convocó a 75 jóvenes líderes rurales de diversas ZRC del país. Durante este encuentro, los jóvenes presentaron propuestas concretas para abordar problemáticas críticas en sus territorios, como el acceso limitado a conectividad, educación rural de calidad y servicios básicos.
“El compromiso de los jóvenes rurales con sus territorios es una lección para todos. Son ellos quienes están dispuestos a construir un futuro digno y sostenible desde el campo, no solo para sus comunidades, sino para toda Colombia. El encuentro también permitió consolidar una red juvenil nacional en torno a temas como agricultura sostenible, conservación ambiental y desarrollo rural, reafirmando que la juventud no solo es el futuro del país, sino un actor clave en el presente para cambiar narrativas históricas de exclusión, expresó Gilles Bertrand, Embajador de la Unión Europea en Colombia.
Justicia Territorial: Tercera entrega de títulos de propiedad a la comunidad de Pato Balsillas.
Uno de los momentos más destacados del evento fue la entrega de 22 títulos de propiedad a familias campesinas de la región. Esta acción, liderada por la Agencia Nacional de Tierras con el respaldo del Fondo Europeo para la Paz, representa un paso significativo hacia la formalización agraria en una región históricamente marcada por la desigualdad en la tenencia de tierras.
“La formalización de tierras no es solo un trámite legal; es un acto de justicia social que permite a las comunidades rurales construir un futuro estable, fortaleciendo sus lazos con la tierra y fomentando el desarrollo sostenible. La inversión de 55.000 millones de pesos en este proceso ha beneficiado a municipios estratégicos como San Vicente del Caguán, Cartagena del Chairá, en Caquetá; La Uribe y La Macarena, en el Meta”. Según el Embajador, esta iniciativa no solo reconoce los derechos de las comunidades campesinas, sino que también fomenta la conservación ambiental y el uso sostenible de los territorios.
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Diálogos por la Paz: Un compromiso con las comunidades
El pasado 6 de diciembre, el territorio del Pato-Balsillas fue escenario de un trascendental encuentro entre comunidades de la Zona de Reserva Campesina Pato-Balsillas, los equipos de negociación del Gobierno en los diálogos de paz con la Coordinadora Nacional Ejército Bolivariano (antes Segunda Marquetalia) y el Estado Mayor de Bloques y Frente (EMBF), y representantes de la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas y de la Oficina del Consejero Comisionado de Paz. Este encuentro, acompañado por representantes de la comunidad internacional como Noruega, Suiza y la Unión Europea (UE), y organismos como la ONU y MAPP-OEA, tuvo como objetivo abordar las problemáticas de seguridad y derechos humanos en la región y fortalecer el compromiso con una paz integral; y mostró la importancia de la articulación entre los varios procesos de paz en curso.
Durante la jornada, AMCOP presentó su modelo de gobernanza, gestión ambiental y construcción de paz territorial, diseñado para mejorar el acceso a derechos de las comunidades en la Zona de Reserva Campesina Cuenca del río Pato y valle de Balsillas (ZRC-PB). Este modelo se basa en cinco ejes: la construcción de acuerdos entre los actores del territorio, la generación de capacidades organizativas y técnicas, el fortalecimiento de oportunidades de medios de vida sostenibles, la conservación y gestión ambiental, y la articulación de procesos agropecuarios, educativos y de salud con la construcción de paz. Estos elementos buscan garantizar la autonomía campesina y el desarrollo sostenible, con un enfoque especial en mujeres y jóvenes rurales. La implementación de las acciones propuestas depende de las condiciones territoriales y de conflicto y de las capacidades operativas, técnicas y financieras, tanto del Estado como de los diferentes actores organizativos y del sector privado y la cooperación internacional.
Asimismo, el encuentro subrayó la prioridad de garantizar la seguridad en los territorios rurales y fortalecer la presencia estatal. Gilles Bertrand, Embajador de la Unión Europea en Colombia, enfatizó que el compromiso con la paz debe trascender los ceses al fuego, transformándose en acciones concretas que brinden garantías reales para que las comunidades puedan vivir, trabajar y producir en paz. “Esto requiere una acción coordinada entre el Estado, las comunidades y las fuerzas armadas para evitar nuevas violaciones de derechos humanos”, puntualizó.
La Unión Europea, Noruega y Suiza resaltaron la importancia de la autonomía organizativa de la ZRC-PB como actor clave en la construcción de paz y en la implementación de la reforma rural consagrada en el Acuerdo de Paz de 2016. Estos esfuerzos no solo buscan desescalar el conflicto armado, sino también proteger el medio ambiente y fortalecer la gobernanza campesina como pilares de una paz duradera.
Una alianza clave para la Paz
El II Encuentro de Juventudes, la entrega de tierras y el acompañamiento a los diálogos de Paz, en el Pato-Balsillas son testimonio de la apuesta de la Unión Europea por una Colombia más equitativa y reconciliada. Estas acciones muestran que la paz duradera no se puede construir sin justicia territorial, sin la participación de los jóvenes y sin un diálogo constante con las comunidades rurales.
La presencia activa de la Unión Europea y sus aliados refuerza la idea de que el desarrollo rural es esencial para consolidar la paz. En palabras de Bertrand, “El compromiso de la Unión Europea con Colombia va más allá del financiamiento. Se trata de transformar vidas y territorios desde la raíz, construyendo juntos un futuro donde la reconciliación y el desarrollo vayan de la mano.”
Redactora: Natalia Garavito