Paz ha sido el propósito inalcanzable de muchos gobiernos. Hay quienes la buscan por el diálogo pero también hay quienes la buscan a través de las armas.
Por Rubén Gil
Paz en Colombia es el sueño de muchos , inclusive de aquellos compatriotas radicados en el extranjero, que se han visto afectados por las consecuencias del conflicto armado en el país. Después de varios intentos de lograr la paz, el gobierno colombiano no pierde la esperanza de que éste pueda ser el último intento que finiquite la violencia armada entre el gobierno y la guerrilla más antigua. El docente e investigador colombiano Mario Ramírez-Orozco publicó en su libro “La paz sin engaños”, que han sido diez los intentos de paz en Colombia entre el gobierno y los grupos armados insurgentes.
El primer intento de paz se dio con grupos
partidistas (godos y cachiporros) tras “el Bogotazo”. El segundo, se dio con grupos armados insurgentes y el gobierno, tras la dictadura militar de Gustavo Rojas Pinilla. El tercero ocurrió entre integrantes del partido liberal y el partido conservador cuando pactaron dividirse el poder por periodos. El cuarto fue entre el gobierno y grupos rebeldes. Este intento buscaba reprimir los movimientos cívicos y sociales que causaban brotes de violencia. El quinto tuvo como protagonistas al gobierno de Belisario Betancur y a la guerrilla de las FARC. El sexto intento, entre los gobiernos de Virgilio Barco, Cesar Gaviria y las guerrillas del M-19, EPL, PRT y el movimiento armado Quintín Lame. El séptimo, tras la reforma de la constitución política en 1991. Este intento buscaba cumplir con las expectativas de los grupos alzados en armas. El octavo lo efectuó el gobierno de Andrés Pastrana mediante el “Plan Colombia” que buscaba la desintegración de las FARC por considerarse un grupo narcotraficante. El noveno se dio bajo el mismo gobierno de Andrés Pastrana, quien concedió una zona de distensión a las FARC para entablar diálogos de paz, específicamente en el Caguán. El décimo y último intento intento se dio bajo el gobierno de Álvaro Uribe Vélez con los paramilitares. en este momento estaríamos, entonces, en el undécimo intento, llevándose a cabo en la Habana entre el gobierno de Juan Manuel Santos y la guerrilla de las FARC.
Aunque no se ha concretado nada entre el gobierno y las FARC para dar fin al conflicto armado de más de medio siglo, sí se pueden evidenciar grandes avances en el presente proceso. Uno de estos avances es el mutuo reconocimiento de las consecuencias nefastas que ha dejado la guerra interna en Colombia. Otro de los avances es el trabajo mancomunado buscando una política de desarrollo agrario integral. También se reconoce como avance el acuerdo entre las dos partes para concederles prioridad a las víctimas del conflicto . Pero, sin duda, el más grande avance fue el de poder establecer una mesa de diálogo fuera del país con participación internacional.
Colombia es un país fuertemente golpeado por las consecuencias de la guerra. Y ello ha hecho que el país este dividido entre los que están de acuerdo con los diálogos de paz y los que prefieren el sometimiento de las FARC por la vía de las armas. Hablar de paz no es sólo una cuestión de acuerdo entre el gobierno y la guerrilla sino más bien una disposición de perdón de todo un país para que pueda sanar las heridas más profundas que ha causado el conflicto interno colombiano.
Por lo tanto, la verdadera paz se aloja dentro de cada corazón. Los amigos de la paz confían que este no sea un intento fallido más.
