El ciclo I de vacunación comenzó el 13 de mayo en toda la nación con el propósito de evitar y controlar el virus que produce la fiebre aftosa; una enfermedad que ataca a los sistemas de las especies bovinas y bufalinas. Los síntomas de esta enfermedad son graves para estos animales, ya que pierden el apetito, tienen erupciones en cavidades e inclusive pueden caer al suelo al perder la coordinación.
Este periodo de vacunación pretende detener por completo el virus y garantizar la calidad de estas especies. Sin embargo, el ICA informó hace unos días que las especies ovinas, caprinas y porcinas no deben ser vacunadas contra la fiebre aftosa, pues el riesgo es completamente menor, y durante los periodos en que se presentó una alerta por el esparcimiento del virus estas especies fueron resistentes.
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“No es necesario vacunar cada uno de los animales susceptibles a fiebre aftosa. Una vacunación adecuada, entendida como una vacunación sistemática y cíclica de las especies más susceptibles (bovinos y bufalinos), conlleva a la protección de las demás especies, al evitar la transmisión y circulación del virus en el ambiente”, explicó el gerente general (e) del ICA, Jaime Cárdenas al país.
En el caso dado, que estas especies lleguen a presentar síntomas similares a los producidos por la fiebre aftosa se solicita que los granjeros se comuniquen con el ICA para que sean ellos quienes realicen un estudio y determinen cuales son las zonas específicas que deben ser atendidas y el esquema de procedimiento a llevar a cabo.
Por: Daimer Fernando Losada Bermeo. Periodista.
Editor: Lina María Serna. Periodista – Editora.