El Huila y el Tolima que antes estaban unidos y se denominaban Estado Soberano del Tolima y luego Tolima la Grande son la cuna de las coplas de rajaleñas que siguen perdurando en la actualidad, pero no con el mismo sentido de pertenencia de los abuelos hace unas cuatro décadas.
La historia más cercana a la composición de estas historias en verso, se trata de la acción de “hablar de la humanidad”,es decir, ha relatar acontecimientos de la época y también para crear enfrentamiento entre dos partes que usaban los versos para desafiarse. A la hora de componer y cantar estas historias también se habla de amor, engaños, dichos, deseos, crítica social e inclusive economía.
Las coplas de rajaleña según Andres Rosa, un sacerdote italiano que llegó a Colombia en 1930 y se enamoró de la musica folclorica, se dedicó a estudiarla, componerla e interpretarla, señalaba que, «las rajaleñas se tratan de comentar asuntos penosos del compañero con quien se enfrenta, vencer, sujetar,dominar al adversario con una estrofa más diciente, mejor elaborada y de mayor contenido picaresco»
«Mi mamá me pegó ayer
porque no le traje leña
jue que me puse a jugar
con mi vecina en la peña»
Otras teorías le atribuyen a estos cánticos que pertenecen al género de la trova, a tradiciones de los indígenas agustinianos que poblaban territorio huilense; también, a los españoles en la época de la conquista y a los peones de las primeras haciendas en el Huila y el Tolima.
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Las coplas también eran usadas para cortejar a las mujeres y viceversa, e incluso para hablar mal de la suegra.
“El zapatico me aprieta, el zapatico me aprieta, la media me da calor. El vecinito de enfrente, el vecinito de enfrente, me tiene loca de amor. Olelo lelo laila, me tiene loca de amor”
Por otro lado, el rajaleña no solo es solo la composición de los versos y la entonada, algo primordial en estas coplas son los instrumentos musicales que acompañan la voz como el tambor, la esterilla, la marrana, el carangano, la guitarra, el chucho y el ciempiés.
Gracias al estilo, el ritmo y la composición de rajaleñas se ha dado paso a la creación de otros contenidos musicales como el Sanjuanero que fue compuesto en el año de 1936, además, también ha dado paso a otras composiciones folclóricas que son eje fundamental de las fiestas más importantes en el Huila y el Tolima.
Uno de los mayores exponente de el rajaleña quien creó gran parte de las complas más conocidas en el departamento del Huila fue Ulises Charry; nació en el corregimiento de Vegalarga en la Jurisdicción de Neiva. Charry se configuró como defensor de la música folclorica, las tradiciones y las costumbres del departamento; además, fue fundador del reconocido grupo rajaleñero Aires de Peñablanca que sigue pregonando esta tradición cultural.
Por otro lado, uno de los concursos de rajaleñas más importantes en la región se realiza en junio en Palermo, Huila recibió el año pasado a más de 19 grupos musicales donde el primer puesto quedó en casa y el segundo se lo llevó Aires de Peñablanca. Según la alcaldía de palermo, «las coplas hicieron reír y complacieron a propios y turistas que llegaron a disfrutar de las fiestas folclóricas del reinado popular del sanjuanero huilense en el municipio»
Las rajaleñas son tradición patrimonial al ser parte del folclor colombiano, y por esto, territorios en el Huila siguen llevando a sus celebraciones las coplas que cantan con entusiasmo y que desde los hogares infantiles se les enseñan y crean estos versos.
Por: Daimer Fernando Losada Bermeo. Periodista.
Editor: Lina María Serna. Periodista – Editora.