Los campesinos son los actores fundamentales de la paz y de la reconstrucción del país. Su voto es definitivo y tiene que ser el más valioso.
Ellos han sido los olvidados y las víctimas. Ellos tuvieron que salir con sus gallinas, sus colchones al hombro, sus maletas y sus cajas, huyendo para otros sitios, cuando las balas, las amenazas, las luchas de otros, los obligaron a dejar todo y buscar caminos en donde poder volver a comenzar de nuevo. Y esto, una y otra vez.
Los políticos, los cabecillas, los jefes de todos los sectores y tendencias, jamas se enteraron ni quisieron hacerlo, de que los niños hijos de campesinos, tenían que dejar sus escuelas, porque el ejército, la guerrilla o los paras las habían ocupado o se habían convertido en refugio de los desplazados.
Los campesinos fueron obligados, pusieron y siguen poniendo soldados para todos los frentes de la guerra. Porque nunca han tenido nada, mucho menos el dinero para comprar la libreta militar, tuvieron que dar, además, sus hijos para la guerra. Perdieron tierras, educación, salud, un techo digno y propio para vivir, su terreno para cultivar vida, construir y consolidar familias.
Los políticos y los candidatos nunca entendieron el sufrimiento y el abandono de las víctimas de la guerra. Por eso, las causas de la violencia persisten y pueden perpetuarse.
Llegó el momento de exigir a los nuevos gobernantes, que muestren cuáles son los compromisos que harán para dar vida digna a quienes nunca la han tenido.
¿Cómo los van a financiar, en cuánto tiempo los podremos ver hechos realidad y con quiénes se van a realizar? ¿Dónde están los programas de desarrollo rural que involucren a los que han sufrido, de verdad, la crueldad y la locura de una guerra tan absurda? Esta es la prioridad del país. Si no se atienden de verdad, los problemas de los campesinos, las causas de la violencia siguen vivas y, tarde o temprano, volverán los reclamos justificados, pacíficos o no, de quienes viven esos problemas.
El voto de los campesinos y el de quienes piensen de verdad en ellos, es el más valioso, si exige a quienes aspiran a dirigir el país, el compromiso que les devuelva la dignidad que siempre se les ha negado.
Si ninguno de los dos candidatos a la presidencia toma esto en serio, y si nosotros aun así, les damos nuestro voto, su mandato será ilegitimo y todos llevaremos en nuestra conciencia la culpa de un país que no supera el dolor, la violencia y la venganza.
Por: Bernardo Nieto Sotomayor- Equipo Editorial El Campesino.
es verdad nunca se les tiene en cuenta y son los más sacrificados y a quienes les debemos la riqueza y trabajo del campo, quienes al sol y al agua trabajan para hacer llegar los productos frescos a las plazas y supermercado pagandoles a precio de huevo sus cultivos y trabajo del campo, y nos benefiamos todos, los politicos porque comen los productos que los campesinos trabajan,ricos y pobres comemos de ellos,la exportacion qué se benefician los qué menos trabajan,y ellos que!nada , y así hay muchos colombianos sufriendo sin qué nadie se entere . Que me dice los que emigramos fuera del pais, se olvidan de todos pero para en campañas politicas si aparecen,QUE INJUSTIA TANTOS PROBLEMAS TIENE LOS COLOMBIANOS QUÉ NADIE SE DA PO ENTERADO.
Eso es lo que vale que el pueblo sea constructor de paz, los gobiernos son mafias que ayudan a destruir,y sacar tajada, ellos no hacen nada gratis se codean y negocian con quien hace daño al país,los habitantes y trabajadres del campo que valoran su tierra que los vio nacer y son ellos los que siembran paz y son ejemplo de lucha y buen vivir ,son fuente de economia,ya que nosotros consumumos sus peoductos agricolas y ganaderos que son de exelente calidad.