Mermelada de pimentón, recetas de paz que se preparan en el Guaviare

Se trata de un nuevo producto que se comercializará para para acompañar platos típicos navideños como el pavo y el cerdo. De manera que, a través de esta línea de negocio, se consiga prolongar la vida útil del pimentón, hortaliza cultivada en el Guaviare.

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En el Guaviare, 15 miembros del Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR) de Colinas, junto con otros integrantes de la comunidad del departamento, se vienen capacitando en talleres impartidos por el Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos (ICTA), de la Universidad Nacional de Colombia (U.N).

La comunidad misma es la que ha solicitado que se le imparta este curso con el fin de emprender la comercialización de este novedoso producto, que tiene por objetivo llamar la atención del consumidor. Le puede interesar: Caficultores colombianos, los protagonistas de la cadena productiva del café

Dentro del contenido temático del curso se encuentran aspectos relacionados tanto con la limpieza y la desinfección, como con la manera más adecuada de seleccionar, escaldar y pasteurizar los pimentones. Además, el proceso de formación se orientó en la selección de frutos maduros, y en lo que tiene que ver con la eliminación de la cáscara y los sabores residuales.

Proceso de elaboración de la mermelada

Para el procesamiento, después de seleccionar los frutos se desinfectan en una solución de hipoclorito, durante 15 minutos, para luego enjuagarlos y acondicionarlos.

Posteriormente, se pasa a una etapa de escaldado a 80 ºC durante cinco minutos, con el fin de ablandar tejidos y fijar color, luego de lo cual se pasa a la molienda en una licuadora convencional hasta homogenizar la mezcla.

Una vez hechos los cálculos para formular el producto, se adiciona el equivalente al 50 % de azúcar sobre toda la pulpa, junto con un aditivo conocido como peptina, lo que permite formar el gel característico de la mermelada.

Estrechando lazos de paz desde la cocina

El profesor Jairo Humberto López, de la Sección de Carnes del ICTA, destaca la importancia que tienen estos talleres para estrechar lazos entre excombatientes y la comunidad, en pro de sacar adelante proyectos para beneficio común y para el desarrollo de la región.

Según Noé Gutiérrez Galvis, excombatiente de las FARC y uno de los líderes del ETCR, se espera que el acompañamiento de los profesionales del ICTA se pueda extender en el tiempo, de manera que a mediano plazo se conforme una microempresa para desarrollar una economía sostenible y solidaria.

Por: Lina María Serna. Periodista – Editora.

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