El islote Johnny Cay Regional Park, ubicado al nororiente de San Andrés y el Parque Nacional Tayrona en Santa Marta hacen parte de estos cierres con el fin de restaurar los ecosistemas que se han visto afectados por el turismo del país, también, para realizar un estudio de estas áreas naturales frente a la fauna y la flora.
La medida de cierre ha sido establecida por la Unidad Parques Nacionales de Colombia a partir de la iniciativa de los cuatro pueblos indígenas de la sierra nevada de Santa Marta y por el Tribunal Contencioso Administrativo. Todo el proceso se basa en ver el estado de los ecosistemas y reconocer que existe un impacto por el turismo constante.
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A partir de estas circunstancias, se ha hecho necesario comenzar a crear estrategias que permitan darle un descanso a estas zonas naturales, y por supuesto, educar a empleados de los parques y a la comunidad visitante.
El islote Jhonny Cay estará cerrado desde el próximo 7 de marzo hasta el 9 del mismo mes, para que así se pueda cumplir con las medidas pactadas para mejorar, conservar y contribuir con jornadas de capacitación y limpieza.
El Director General de la Corporación, Durcey Stephens Lever, en Jhonny Cay, explicó que “estas medidas se vienen adoptando desde el año anterior, para darle cumplimento a lo ordenado por el Tribunal Contencioso Administrativo, de manera que se puedan realizar mantenimientos de la infraestructura sanitaria en el parque, por lo que hay que generar cierres cada tres meses por espacio de tres días”.
La situación es diferente para el Parque Tayrona, debido a que posee 15.000 hectáreas, por esto, hoy cumple 20 días de estar cerrado. El trabajo de recuperación es más denso, además, se estudian todas la especies de la zona que habitan en los diferentes pisos térmicos, desde el nivel del mar hasta las alturas de sus límites de 900 mts de altura, en las estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta.
Esta acción no es nueva para el Parque Tayrona, en el primer trimestre de 2018 se hizo el mismo cierre y se obtuvieron resultados positivos, pues las especies animales hicieron su transición natural por el territorio al ser tiempos afectados por la sequedad; las comunidades indígenas realizaron sus tradicionales rituales y se plantaron especies de flora nativas de la zona. Es así, como se mantiene el Parque Tayrona en un estado positivo natural, que le ofrece al visitante momentos memorables.
Estas iniciativas están siendo propuestas en otros parques naturales del país como lo son páramos, nevados y parques arqueológicos en inmediaciones naturales y así contribuir con espacios que son tan importantes para Colombia sin eliminar la economía que produce el turismo.
Por: Daimer Fernando Losada Bermeo. Periodista.
Editor: Lina María Serna. Periodista – Editora.