La sacha inchi, o maní de los incas, es una planta originaria de la Amazonía peruana conocida por los nativos hace miles de años. Fue en la época de la conquista los incas representaron en sus cerámicas la figura de la sacha conocida también como el maní inca.
La sacha inchi es señalada como la mejor oleaginosa por su composición y beneficios; contiene proteínas, aminoácidos, bajo contenido en ácidos grasos saturados, alto contenido en ácidos grasos insaturados, vitaminas A y E, un balance de omegas 3,6 y 9.
Controla la presión arterial y reduce los índices de colesterol en la sangre. Además es un alimento de gran beneficio para las madres en gestación ya que incentiva el desarrollo cerebral del feto. (Le puede interesar: La cáscara del café, una nueva fuente de ingresos para los cafeteros)
Otros usos
El aceite extraído de la sacha inchi tiene un uso frecuente en la producción de cosméticos de belleza y tiene gran potencial en el enriquecimiento con omegas vegetales en los alimentos. (Le puede interesar: Residuos del cacao, otra fuente de ingresos para los campesinos)
Con esta planta se pueden generar aceites y un subproducto con el que se están elaborando mantecadas, galletas y panes. También la harina de sacha inchi es una alternativa en la industria alimentaria por su alto porcentaje de proteína.
El cultivo doméstico de sacha inchi además de contribuir a la salud de las personas, supone una fuente sostenible de ingreso para muchas familias de la región del Sumapaz especialmente en los municipios de Silvania y Tibacuy, pues allí se tiene la temperatura acorde para su cultivo: entre los 21 a 25 °C y una altura de más de 1500 mts sobre el nivel del mar.
Por: Sandra Patricia Romero – Facilitadora EDC Cundinamarca.
Editor: Mónica Lozano – Periodista y Editora.