En Arusí, un pequeño corregimiento de NuquÍ, Chocó, hace cuatro años surgió el Club de Surf ArusiSurf, de la mano del señor Alfredo Rivera, un “llegado” como dicen los nativos, pero convencido de la labor social. Si bien es cierto, el surf en Colombia no es tan conocido, está claro que cada vez hay más escuelas y adeptos a él.
El surf en Colombia no es considerado como un deporte elite, pero en el caso particular de Arusí, hace cuatro años así se convirtió, pero como todo en Chocó, con las uñas y el apoyo desinteresado de muchos foráneos y nativos, especialmente de Néstor Tello, surfista casi que autodidacta, que aprendió a surfear con la tabla de su cama; convertido hoy en uno de los grandes representantes colombianos de este deporte en el exterior.
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Tello, como lo llaman todos, ha sido la pieza clave en todas las escuelas de Surf del Golfo de Tribugá, así nos contó el señor Alfredo Rivera: “Vea, yo llegué hace 30 años al Golfo de Tribugá, la comunidad que me impactó fue Arusí, por su gente atenta, alegre y respetuosa. Una selva espectacular y un mar que encanta. Un paraíso.
Yo creé el Club de Surf de Arusí hace 4 años, con el apoyo de Néstor Tello, quien después de insistirle mucho por su apoyo, un día llegó con 3 tablas y se iniciaron actividades con siete niños del corregimiento. Al mes, habían 19 y en la actualidad somos 89. La cosa comenzó como simple recreación, pero con el tiempo vimos potencial y se decidió fortalecer el trabajo deportivo y comunitario”.
Al comprobar el arduo accionar de la Liga de Surf de NuquÍ, el periódico El Campesino decidió seguir investigando, no solo con el señor Rivera, sino con los demás clubes involucrados en este mágico deporte, y realmente nos dimos cuenta que no solamente, es coger una tabla y tirase a la aventura de las olas, es más; es labor social dentro de la misma comunidad, es formación de líderes, es transformación cultural, es educación, es folclor, es pasión, es sangre negra emprendedora y fina desde NuquÍ para Colombia.
Club de Surf de Asurí, entre deporte y medioambiente
De esta manera encontramos cosas maravillosas, el Club de Surf de Arusí tiene toda una estructura de limpieza de playas y una empresa de reciclaje digna de mostrar a toda Colombia, donde se fortalecen valores como: el respeto, la solidaridad, la participación, la equidad, la tolerancia, la justicia entre muchos otros, promoviendo el cuidado del medio ambiente a través del trabajo en equipo y el liderazgo.
Club de Surf de Termales, adrenalina pura desde el Pacífico
El Club de Surf de Termales, otro corregimiento de NuquÍ, pudiendo decir que es el pionero, con representantes ya en selección Colombia y con participación en campeonatos de Australia y Norte América, ¿quién lo creyera?, pero sencillamente se eriza la piel cuando se ven estos chicos, tomar esa gran ola transportadora de adrenalina, que, al juntarse con esa piel, forma una amalgama de energía y placer por lo natural.
Los Jaguares: peces voladores sobre las olas
Y ni hablar del club más joven del Golfo de Tribugá, que, aunque su nombre es de tierra, “Los Jaguares”, ya parecen peces voladores sobre las olas. De la mano de Pablo Montoya, su creador e instructor, el fin de semana pasado llenaron de color al corregimiento de Jurubidá, dando una muestra que el deporte no es más que el medio para hacer patria, cultura y educación detrás de una gran pasión.
Liga de Surf de Nuquí, un sueño hecho realidad
La Liga de Surf de NuquÍ, en colectivo, agradece a la señora Katherine Sutton quien fue la persona que impulsó la creación de la liga, y es el apoyo fundamental para que jóvenes como Santiago Mosquera participara en el mundial junior de surf en california.
El periódico El Campesino invita a todos, para que cuando lleguen a NuquÍ no dejen de preguntar par las escuelas de Surf del Golfo de Tribugá, por Néstor Tello, Pablo Montoya o Alfredo Rivera, que ellos los recibirán con el calor del Pacifico y la adrenalina de una de las olas más apetecidas de los surfistas del mundo, Pico de Loro Cabo Corrientes NuquÍ, Chocó.
Por: Miguel Ángel Arango. Facilitador en ACPO.
Editor: Lina María Serna. Periodista – Editora.