Historia de los estudiantes de chorrera del municipio de Samacá
Por: Yaneth Díaz Ramos
Facilitadora de las EDC de Cundinamarca
En la vida se conoce todo tipo de personas; les contare la vida de grandes seres humanos que se desempeñan en la minería del municipio de Samacá, pero esta vez en su rol como estudiantes.
En algún momento de la vida conocí a un grupo de personas del municipio de Samacá de la vereda Chorrera; seres humanos magníficos dedicados a la minería con los cuales se quería llevar un proceso académico, ya que muchos de ellos no habían terminado su bachillerato y querían continuar sus estudios, en este instante inicia el gran reto.
Se dio inicio a las clases un sábado al medio día con un grupo de 30 estudiantes mineros, asistían en compañía de sus esposa y sus hijitos, dejando de lado el carbón, la pica, la pala y esos enormes cráteres donde deben permanecer más de 12 horas seguidas y que solo salen para consumir los alimentos que les preparan sus esposas desde la hora de la mañana; es así como se da inicio a la primera clase que se debió realizar en las gradas de la cancha de baloncesto de la escuela chorrera, esperando a que la rectora de ese entonces se dignara a autorizar que se prestara un salón de clase. Se siente una enorme alegría ver a cada uno de estos adultos con sus cuadernos cinco materia, con una cartuchera llena de lápices, esferos, pegante, tijera, tajalápiz etc., que en ocasiones era de sus hijos pequeños.
Recuerdo ese Día los rostros de cada uno de los mineros, a pesar del cansancio físico se vea una alegría en sus miradas y participaron de clase como cualquier niño recién llegado al colegio.
Muchos mineros se vieron obligados a terminar sus estudios ya que la empresas donde trabajan les exigían que fueran bachilleres de contrario se “verían en la penosa necesidad de no renovar contrato”; otros mineros lo hacían por convicción y hasta por gusto.
Al pasar el tiempo se logró que nos prestaran el salón de clase, para reunirnos los fines de semana, donde compartíamos conocimientos, experiencias y hasta las onces, se fue reuniendo algunos fondos para poder hacer una salida pedagógica a los sitios históricos de la ciudad de Tunja, al siguiente años se reunió fondos para ir piscilago en la ciudad de Melgar. ¡Qué hermoso fue compartir y conocer personas que permanecen “vestidos de negro” con grandes sonrisa, con sueños y proyecciones, que se gozan cada día de su vida y sin pensar que corren peligro en esas minas, solo piensan que deben brindar un futuro mejor a sus hijos y una estabilidad económica a sus familias.
Es hermoso ver que cada uno de estos mineros por cada fin de semana durante tres años seguidos; dejara de lado sus preocupaciones y obligaciones para vestirse de estudiantes y sobretodo de ilusiones.
Llego el día más esperado para cada uno de los “chorrellanos” recibir su diploma de bachiller y por fin la gran ilusión de seguir en sus empresas como mineros jefes. Esta graduación trajo alegría por culminar con éxito un sueño, pero queda la enorme nostalgia de no seguir compartiendo como estudiantes y profesores, haciendo las bromas en clase, haciendo salidas pedagógicas, compartiendo las onces, haciendo almuerzos y hasta haciendo pilatunas en las clases.
Ahora son los estudiantes de la vereda de Chorrera del municipio de Samacá, seres humanos nobles, luchadores, solidarios, trabajadores, emprendedores, generosos amorosos y realmente seres humanos grandiosos. Sus docentes Jorge Botia, Maricel Mora, Sonia Rodriguez, Erika Mendivelso y Yaneth Díaz los llevaremos en el corazón