Trabajar por la educación rural no es tarea fácil, las adversidades no se hacen esperar en medio de un contexto en el que el abandono estatal se siente con mayor fuerza; aún así, la recompensa de este trabajo se encuentra en la sonrisa que se escapa de los rostros de aquellos que con gratitud deciden sumarse a la tarea de construir una mejor educación para el campo y su gente.
Acción Cultural Popular – ACPO, se la ha jugado por la educación rural, lo viene haciendo desde 1947, en principio con Radio Sutatenza y ahora, con las Escuelas Digitales Campesinas; pues el sueño de lograr mayores y mejores niveles de educación en el campo se mantiene más vivo que nunca.
En las Escuelas Digitales, los habitantes rurales son los protagonistas. Tras la pantalla de un computador, niños, jóvenes, adultos y adultos mayores, construyen y comparten sus conocimientos. Lo hacen porque están convencidos que desde la educación se pueden generar transformaciones en el país.
Pero para ellos no basta con estar frente al computador, por eso buscan la manera de reunirse y dialogar sobre sus aprendizajes, vivencias y liderazgos que cada uno forja desde su casa, vereda o municipio.
Mérito para quienes creen en una educación rural de calidad
En esta oportunidad, los líderes del Centro Modelo de Escuelas Digitales Campesinas en Silvania, Cundinamarca, se reunieron en medio de una caminata ecológica por una de las veredas de su municipio, Panamá Baja.
Los líderes, junto con representantes de ACPO, compartieron la caminata entre risas, charlas y reflexiones, que tenían como fin reforzar valores como la participación, la igualdad, la justicia y la solidaridad. Ellos como líderes de sus comunidades, son los auténticos veedores de la puesta en práctica de estos valores.
Durante el trayecto, los líderes pudieron conversar y conocerse mejor entre ellos, pues no habían tenido la oportunidad de reunirse en otro espacio diferente al centro modelo, donde reciben los cursos de las Escuelas Digitales Campesinas. También hubo lugar para recordar y evocar épocas pasadas, así que cada uno pudo compartir una anécdota de su infancia para amenizar el recorrido.
La caminata finalizó en la escuela de la vereda, allí los esperaba un delicioso sancocho preparado por un grupo de lideresas del municipio. Luego de tomar al almuerzo se realizaron actividades lúdicas que afianzaron la integración del grupo.
Finalmente, ACPO dio mérito al trabajo que estos líderes han realizado en sus comunidades, lo hizo con la entrega de diplomas en los que se reconoce su esfuerzo, liderazgo y constante lucha por un campo con mejores condiciones de educación para sus habitantes.
Por: Lina María Serna. Periodista.
Felicitaciones. Una gran labor llevada a cabo en Silvania.