El trabajo con cueros que se ha realizado en municipios como Chocontá y Villa Pinzón, tiene varias décadas de tradición, los campesinos de la región piden más fomento a esta actividad.
Por: Periódico El Campesino
Los trabajos del campo sin duda son labores de mucha entrega y sacrificio cotidiano, los campesinos y sus familias construyen entorno a su cultivo o su trabajo todo un entramado social, humano, económico y político para hacer funcionar, mantener y proteger su fuente de trabajo.
Las curtiembres de Chocontá y de Villa Pinzón existen desde hace cientos de años, gracias a su trabajo la industria del calzado del barrio Restrepo en el sur oriente de Bogotá, puede fabricar los famosos zapatos que los han hecho famosos desde la década de los cincuenta.
Sin embargo la industria del cuero no pasa por su mejor momento, la entrada de cueros desde de la China y de otros materiales que lo imitan tienen a los productores nacionales pensando que soluciones pueden buscar para volver a ser competitivos.
Otro tipo de problemas también hacen efecto en la economía de los productores de cuero, la contaminación ambiental es uno de los problemas que más causa controversia y ciertamente genera problemas al río Bogotá, que nace en esta región de Cundinamarca.
Según un estudio de la gobernación de Cundinamarca, en total 862 familias dependen del trabajo de las curtiembres, pero el consejo de estado estableció que para la recuperación del río Bogotá, esta industria debe abandonar la ronda del río.
La preocupación por la reubicación de las curtiembres es alta, las autoridades de orden regional como la CAR y las alcaldías de los municipios tienen dudas sobre cómo se dará el proceso de reubicación, existe un proyecto para la construcción de un parque industrial en Chocontá, pero los recursos no aún han sido asignados y la gobernación afirma que no tienen la partida presupuestal para ejecutar el proyecto.